Independiente Santa Fe - River, por la Copa Libertadores: el equipo de Gallardo tuvo dos tiros en los palos y empató 0 a 0

River empató sin goles con Independiente Santa Fe, en Asunción, en un partido jugado este jueves a la noche, por el Grupo D de la Copa Libertadores. Con cinco puntos, comparte la primera ubicación con Fluminense, que empató 1-1 con Junior. River ataca, juega mejor que los rivales, pero no puede ganar. Le cuesta demasiado. Dispuso de dos remates que chocaron con los palos, Girotti fue un peligro siempre, pero no supo, no pudo. En el final del partido, fastidioso, Gallardo habló de más y fue amonestado.

En la capital de Paraguay, muy cerca de la sede de la casa del fútbol sudamericano, River dispuso del dominio durante el primer tramo, con el trío de ataque juvenil, Rollheiser, Girotti y Carrascal. Punzantes, creativos, pero sin definición en el área rival: la situación más clara fue un remate del zurdo Rollheiser, que chocó contra un palo.

Lo mejor del partido

El Muñeco se inclinó por un conjunto joven en los metros más audaces (Paradela, fue el otro intérprete), con instrumentos que no superan los 22 años. Más atrás, la guardia alta y antigua: Ponzio, Casco, Armani. La decisión fue rotar, aflojar un poco la máquina, en un plantel que se muestra desgastado, cansado en los últimos tiempos. La prioridad, hoy, es ganarle a Aldosivi, el domingo, en el Monumental, para avanzar a la parte decisiva de la Copa Liga Profesional.

La polémica con Girotti y el enojo de Gallardo con el árbitro

Lógicamente, el equipo marplatense es lo urgente, la Copa Libertadores siempre es lo más importante. En ese desafío, River buscó, intentó, como siempre, pero no tiene frescura y le falta conducción. Carrascal vive en permanente transformación: una bien, una mal.

En la parte final, River fue más agresivo. Federico Girotti dispuso de la mejor situación, con un disparo que pasó cerca del ángulo. Al rato, Rollheiser, casi siempre a contramano, no pudo parar una pelota que lo hubiese dejado cara a cara con el arquero, motivó que Gallardo perdiera la compostura: arrojó el vaso de café que tenía en la mano derecha.

La bronca de Gallardo: arrojó el café

La presión de River se mantuvo intacta. Al rato, Girotti (peligroso en casi todo momento), tuvo una ocasión más: su cabezazo chocó contra el palo. Armani contuvo un mano a mano y, en el final, Gallardo perdió el control y fue amonestado. River logró un punto positivo, pero no despega.

En la semana, Gallardo había reconocido que River sufría de irregularidades que le impedían sumar la cantidad de puntos que merecía. El análisis estaba referido a los dos frentes, la Copa Libertadores y la Copa de la Liga Profesional. La excursión millonaria por Paraguay, en ese sentido, no fue la excepción.