José Pastoriza: "Me preocupa todo"
Después de tres derrotas consecutivas, el entrenador de los Rojos habló con sinceridad y fastidio, pero dijo: "Hay que tener paciencia"
MENDOZA.- Fue el peor comienzo. Nadie puede opinar lo contrario. José Omar Pastoriza irrumpió en el vestuario de Independiente apenas finalizado el encuentro ante River con evidentes gestos de fastidio. "Hablamos después", dijo a secas y se encerró durante un largo rato con sus jugadores. Una nueva caída, la tercera consecutiva en el verano, había golpeado duro en el ánimo.
A la salida, ya más tranquilo, aunque con un discurso que no pareció de ocasión, dijo: "Para nosotros, lo fundamental es el primer partido de la Copa Libertadores y del torneo local. Lo que pasa ahora es producto del trabajo realizado en la pretemporada. Seguro que vamos a mejorar poniendo mucho esfuerzo. Hay que tener paciencia".
A pesar de que el momento de mayor enojo había pasado, no fue mucho lo que habló el Pato. Tenía muchas ganas de irse y de liberarse de otra noche nefasta para su equipo tras caer en el último minuto ante los pibes de River. Su Independiente sigue sin conocer la victoria en esta nueva etapa bajo su conducción.
Siguiendo con el análisis, el entrenador comentó: "Se mejoró en algunas cosas y se empeoró en otras. Tenemos que evolucionar, sobre todo en la tenencia de la pelota y en otros detalles que son importantes".
Es posible que, antes de irse, justo en la última respuesta, Pastoriza haya tenido un arrebato de íntima sinceridad, porque ante la pregunta sobre si le preocupaba el aspecto defensivo, ya que su equipo recibió tres goles en cada uno de los partidos que disputó (además cayó con Boca por 3 a 1 y con San Lorenzo por 3 a 0), sus palabras fueron contundentes: "No, me preocupa todo".
Otra de las afirmaciones interesantes que dejó Pastoriza fue la confirmación de que no pedirá más refuerzos, pese a que se mencionó la posible llegada de un zaguero.
"Con los tres muchachos que llegaron me alcanza", comentó. Así se fue otra jornada para el olvido para el conjunto de Avellaneda, que ya empieza a pedir a gritos una victoria para conseguir algo de oxígeno para los próximos días.
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