Las razones detrás de la elección del Real Madrid como sede de la superfinal de Boca-River

Todo nació con un llamado telefónico. Una idea. "¿Te parece una locura?", preguntó el presidente de la Conmebol , Alejandro Domínguez a su interlocutor. Del otro lado de la línea se hizo silencio. "Dame dos minutos", pidió Florentino Pérez, presidente de Real Madrid. Pasado ese lapso, un nuevo llamado: "Es una idea brillante". Así nació la posibilidad de que la capital española se transformara en la improbable sede de la final más larga del mundo: la de la Copa Libertadores entre Boca y River .

Mientras los reflectores estaban con Doha (Qatar), o con Medellín (Colombia), el presidente de la Conmebol ultimaba los detalles para cerrar la negociación con los españoles. Además de su buena relación con Pérez, la elección de Madrid se fundamenta en la gran colonia argentina que vive en esa ciudad y que el aeropuerto de Barajas sea la estación aérea con mayor número de conexiones con territorio sudamericano. Contra los petrodólares qataríes, Madrid opuso conectividad, seguridad, pertenencia y un escenario de los más tradicionales del mundo.

Una vez que el club español dio el visto bueno para recibir el partido, les llegó el turno a la Real Federación Española, la UEFA y, por último, la mismísima FIFA. Aunque el reglamento de la Copa Libertadores 2018 establece que la condición de local no puede ser "cedida ni modificada" por ninguna causa, la Conmebol entiende que lo que ocurrió el sábado pasado en el Monumental configura una circunstancia "especialísima". Por esa razón es que consultó a todas las partes involucradas. La última luz verde, que terminó por resolver la cuestión, llegó de la mano de la FIFA. Gianni Infantino, visitante ilustre del Monumental el sábado pasado, estaba otra vez en viaje a Buenos Aires, donde hablará en el marco de la reunión del G-20. Una vez que el presidente de la FIFA tocó tierra, Domínguez tuvo la certeza de que el partido se mudaba a Madrid y se jugaba el domingo 9 de diciembre a las 20.30 (hora local, 16.30 de la Argentina).

La última formalidad era firmar las cartas de intención con todas las asociaciones y federaciones involucradas, una cuestión que se saldó sin problemas. El Consejo de la Conmebol, en el que están representados los diez países miembro, tampoco puso objeciones y aceptó la ciudad elegida por el presidente de la entidad. A último momento surgió la posibilidad de París, donde se reunirá toda la FIFA el 8 de diciembre para el sorteo del Mundial femenino, que se disputará el año próximo en territorio francés. La capital gala, además, era apoyada para realizar el partido por… Qatar Airways, según confirmó el periodista brasileño Rodrigo Matos, en el portal brasileño UOL. La aerolínea del emirato, que auspicia tanto a Boca como a las competencias de Conmebol, ya sabía para entonces que la capital qatarí estaba fuera de carrera. El Banco Nacional de Qatar es sponsor del PSG, principal equipo de la Ciudad Luz. Y el presidente del club es Nasser Al-Khelaifi, máximo ejecutivo de Qatar Sports Investments, compañía que decide las inversiones del emirato en el deporte.

Pero Madrid siempre estuvo (más) cerca. Tanto, que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, escribió en su perfil de Twitter: "España está dispuesta a organizar la final de la Copa Libertadores entre Boca y River. Las FCSE (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) y los servicios implicados, con amplia experiencia en dispositivos de este tipo, trabajan ya en el despliegue necesario para garantizar la seguridad del evento". El 9 de diciembre, después del partido, el Bernabéu podrá jactarse de haber cobijado las finales de la Eurocopa, el Mundial, la Intercontinental, la UEFA y la Champions.