Para subirse al último tren de Boca, Alfaro descarriló en el de Huracán

Queda la sensación de que Angelici tuvo más pruritos en forzar la salida de un técnico que tenía contrato en vigor con otro club que los que mostró Gustavo Alfaro en ignorar los seis meses que le quedaban en Huracán . En definitiva, el presidente de Boca , que alguna vez acató la voz de la tribuna para no renovarle a Falcioni, ahora aceptó la exigencia del Director Deportivo Burdisso para ir con todo por el entrenador de Huracán, a pesar de que él prefería a un DT que estuviera libre, como Mohamed. Que los estilos futbolísticos de Mohamed y Alfaro tengan pocos puntos en común parece un detalle menor, toda vez que en el fútbol argentino los nombres circunstanciales siguen estando por encima de lo que debería ser una idea troncal, la adhesión a una identidad de juego.

A Alfaro le fue tan bien que se comprometió emocionalmente con Huracán, cuyos hinchas, al tiempo que le reconocían su trabajo, también le tomaron cariño. Ese vínculo se rompió desde el momento en que el entrenador asume que su decisión puede ser considerada "egoísta" y que los simpatizantes adhieren en masa al hashtag #AlfaroTraidor. Proclamó comportamientos y lealtades que no pudo sostener cuando del otro lado del teléfono tuvo el ofrecimiento de Boca.

El DT deja un superávit deportivo que por estas horas no compensa el desengaño que sienten los hinchas de Huracán. Alfaro (56 años) se justifica en que está en el final de su carrera, en que seguramente el tren de Boca no volverá a pasar, algo que sí pudo tener en cuenta Heinze (40 años, tres como DT), que rechazó a Boca para cumplir con su contrato en Vélez.

Después de las experiencias con Arruabarrena y Barros Schelotto, Boca buscó un cambio, un conductor que no necesariamente proviniera de las viejas glorias, a alguien que empezara como un interventor, que eso es lo que representa de arranque Alfaro a ojos del estupefacto hincha de Boca.