Vélez, la medida que todos quieren alcanzar
El equipo de Liniers Venció a Argentinos 2-0, mantiene el puntaje ideal en la cima de la tabla y hace méritos para acumular elogios
Vélez obliga a la reiteración, a volver sobre ponderaciones gastadas, a la reenumeración de virtudes conocidas y amasadas desde ya hace tiempo. En sí mismo, eso encierra otro elogio, porque indica que otra cualidad preciada, la regularidad -más allá de altibajos lógicos que de ninguna manera manchan su poderosa imagen de equipo ni lo desvían de sus objetivos-, no es algo ajeno a su inventario y se potencia cuando, como en estos días, se empeña en acumular triunfos categóricos para mantenerse en lo alto de la tabla de posiciones.
En el día del saludo emotivo de Fabián Cubero por el reconocimiento por sus 300 partidos oficiales con la camiseta de Vélez (los cumplió en la fecha anterior, ante All Boys). En el día del saludo de despedida de Nicolás Otamendi, transferido a Porto, el conjunto de Liniers ofreció otra exhibición de su perfil de equipo aplomado, abrumadoramente contundente. Se habla, con bastante razón, de la paridad que domina nuestro fútbol; cuando se echa a correr en serio detrás de sus metas, Vélez se desentiende de esa uniformidad y marca una diferencia que a estas alturas sería necio negar.
No le toca a Vélez preparar estrategias especiales para cada partido. Eso es tema de sus rivales, de quienes buscan resolver el enigma que les plantea con su oficio, su solidez y, por qué no decirlo, el fútbol que de tanto en tanto se permite desplegar. Ayer le tocó a Argentinos asumir el papel de aspirante a desacomodar su marcha; lo hizo con tres puntas y mucha gente en el medio, pero su proyecto murió con el penal de Gonzalo Prósperi sobre el Burrito Martínez, el más desequilibrante del partido.
Es verdad que el equipo de Ricardo Gareca suele minar sin apuro y con paciencia la resistencia de sus adversarios y, a veces, eso implica que regale tramos de un partido. Lo ocurrido ayer lo ejemplifica: le tomó bastante tiempo desintegrar el entusiasmado plan de presión y de achique permanente que quiso oponerle Argentinos. El conjunto de la Paternal salió con tres en el fondo, una línea de cuatro por delante y tres delanteros bien pegados en esa estructura de bloque para intentar frenar las subidas de los laterales rivales.
La victoria de Vélez cobró forma con Martínez como llave para agujerear la última línea del Bicho con el láser de precisión, en velocidad, que tiene su pie derecho. Fue un manantial de desbordes y tuvo al lado un Maxi Moralez siempre activo y asistidor. Con Silva acertado en la definición y conflictuado por igual a medida que algunas torpezas le hacían perder de vista el partido. Como si fuera poco, el ingreso de Jonatan Cristaldo le imprimió más peligro a los ataques del equipo local. La resistencia visitante se quebró por una combinación de la interpretación del árbitro Furchi y de su asistente Norberto Moyano -permitieron que siga la jugada tras una posición fuera de juego de Silva- y la acción desmedida de Prósperi en el penal a Martínez que Somoza transformó en gol.
Si le dolió el cachetazo a Argentinos, fue de knock-out el que recibió sólo cinco minutos después. Silva demostró que buscar la pelota significa agotar las posibilidades de la jugada y así lo hizo tras una peinada de Cristaldo.
Todo el esfuerzo de Argentinos por inquietar a Vélez era vano y caía en el descontrol (la expulsión de Gentiletti por un golpe de puño a Cristaldo fue sólo una muestra). Sólo la vergüenza, encarnada en corazonadas individuales, lo salvó de más tropezones. También, el hecho de que el vencedor no derrochó apetito ofensivo: acechó y esperó el momento para pegar, a tal punto que, además de los goles, no fueron demasiadas sus llegadas peligrosas. Guardó reservas, porque sabe que lo esperan más batallas en su búsqueda de recrear momentos felices. Una antesala inmejorable para los compromisos que tiene por delante: Boca, River y San Lorenzo, por el campeonato, y Banfield, por la Copa Sudamericana.
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- Los millones de dólares que recibirá vélez por la venta de Nicolás Otamendi, que dijo: "no me fui antes para jugar el mundial"
Gareca I: "Ganamos jugando regular"
- Ricardo Gareca, técnico de Vélez, opinó: "Los partidos se pueden jugar bien, regular o mal. Hoy ganamos jugando regular, pero es importante porque seguimos punteros".
Gareca II: destacó el planteo del rival
- "El planteo de Pedro [Troglio] fue muy inteligente en el PT, nos complicaron. En el descanso les pedí a los jugadores que nos adelantáramos; por suerte llegó el primer gol y dominamos", dijo Gareca.
Troglio responsabilizó a Furchi por la derrota
- El DT de Argentinos, Pedro Troglio, molesto, declaró: "Furchi favoreció a Vélez. Fuimos mejores en el primer tiempo. Los controlamos hasta el gol". Gentiletti, expulsado, dijo que "la roja no fue justa".
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