Gimnasia tuvo más resto
LA PLATA.- Sobró vibración e incertidumbre con el resultado. Huracán manejó mejor la pelota, pero le faltó resto para resistir en la última media hora. Gimnasia, fiel al pelotazo, impuso su mejor condición física, su convicción y su capacidad aérea para resolver con angustia por 4 a 3, y quedar como único escolta de Boca.
Para el equipo platense, la victoria no fue tan sencilla, aunque todo pareció inclinarse en su favor con el gol prematuro de Gómez. Sin embargo, Huracán, muy prolijo, empezó a manejar la pelota con inteligencia y seguridad.
Y como respuesta a esa mejoría llegaron los tantos de Morquio, de penal, y de Padra, avalados, además, por la buena actuación de Derlis Soto, Carrizo y Luis González.
En el segundo tiempo lo pudo definir Gabrich, hábil para utilizar su envergadura física, pero su remate pasó cerca de un poste. De ahí en más Gimnasia paulatinamente fue creciendo. Abrió la cancha con Troglio y Enría, mientras Sava se ubicó más de punta y comenzó a ganar con los pelotazos. Igualó Pereyra, de penal, pero rápidamente Moner desniveló.
Parecía que todo estaba terminado, pero apareció el cansancio en Huracán, también retrocedió en demasía y Gimnasia, obligado, se animó a ir con más decisión.
Le costó porque no se siente cómodo en la búsqueda permanente y, para colmo, perdió seguido en medio por el fracaso de Gómez, Dueña y Cavallo.
Como contrapartida, creció la figura de Mariano Messera, autor del empate, imparable con su calidad, movilidad y desborde por la derecha. Es cierto que encontró más libertad, pues ayudó la expulsión de Carrizo. Huracán sintió el impacto de jugar con un hombre menos y no pudo contener la fuerte y constante rival.
Sava, un auténtico ganador en el área, lo definió con un impecable cabezazo desde el punto del penal. Y no supo ampliar el 4-3 por la ineficacia de Enría. Fue una victoria difícil, que lo obligó a correr más de la cuenta. ¿Huracán?, dejó la sensación de un equipo ordenado, que le complicó la tarde a un equipo que, recién sobre la media hora final, le encontró el rumbo al partido que dejó sabor a injusticia.
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