La selección de básquetbol al Mundial de China: la intimidad del equipo y el día después

Consumado el triunfo por 80-63 frente a Estados Unidos que aseguró la presencia de la selección argentina de básquet en el próximo Mundial de China 2019,que se disputará entre el 31 de agosto y el 15 de septiembre, la felicidad por el objetivo cumplido inundó el vestuario y la intimidad del combinado nacional. En La Rioja, el equipo sorteó el desafío mayúsculo que representaba la primera clasificación rumbo a un certamen mundial con el nuevo sistema de ventanas diseñado por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).

Luis Scola, el último integrante en pie de la Generación Dorada y hombre de mil batallas, celebraba junto a sus compañeros en una ronda en el corazón del Superdomo riojano y arengaba al público mientras 10.000 personas ovacionaban a una selección empujada por el cariño del público en un trámite de comienzo adverso.

"Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar", vociferaban los jugadores y los hinchas en sagrada comunión antes de los reconocimientos individuales a los basquetbolistas. Nicolás Laprovittola, autor de 17 puntos y 8 asistencias, fue uno de los más vitoreados por los hinchas después de su determinante actuación.

Los festejos siguieron en el vestuario porque el básquet nacional, ya sin los estandartes históricos de una generación que convirtió a la Argentina en protagonista absoluto, volvió a conseguir la misión de jugar una Copa del Mundo. El logro llegó semanas después de la consagración del elenco albiceleste en el Básquet 3x3 en los Juegos Olímpicos de la Juventud, sinónimo de que además de presente, hay futuro.

No fue fácil para el elenco de Sergio Hernández, que debió remontar una inesperada desventaja inicial: tras la mitad del primer cuarto, Argentina no había marcado puntos y caía por 12-0. Estados Unidos, aún con un equipo sin estrellas, sigue siendo el dueño del básquet a nivel planetario y un rival siempre amenazante.

"Con todo orgullo digo que jugamos en alto nivel en Montevideo, frente a Uruguay y en Formosa, contra Puerto Rico. Hoy tardamos en entrar en ritmo. Pero nos supimos acomodar. Y después tuvimos pasajes muy lindo. Estábamos haciendo lo que queríamos y sólo faltaba que entraran los tiros", explicó Oveja en la conferencia de prensa posterior. Desde la conducción técnica, Hernández fue nuevamente fundamental y se acerca al centenar de partidos al frente del equipo: su récord es de 70 triunfos y 24 derrotas.

La celebración fue intensa pero breve, porque Argentina volverá a jugar, también en la capital riojana, este domingo frente a México. Con nueve triunfos y una derrota, el conjunto de Hernández lidera el Grupo E y ya no puede ser alcanzado por Puerto Rico, que ocupa el cuarto lugar que entrega el boleto al repechaje.

Argentina cerrará su participación en la clasificación en febrero, cuando enfrente en la doble fecha de eliminatorias a Puerto Rico y a Estados Unidos como visitante. Sin embargo, la cabeza del plantel y el cuerpo técnico ya está en China, como aseguró Luis Scola después del triunfo: "Si me cruzo el mundo para venir a La Rioja, me imagino que después me voy a quedar en China para el Mundial", reflexionó.

Después de los festejos, el Mundial de China ya espera a la Argentina, la primera selección americana en asegurar su presencia en un certamen que ya cuenta con otros siete clasificados: China, Alemania, Grecia, Lituana, República Checa, Nigeria y Túnez. Con Scola siempre presente, el elenco nacional afrontará un nuevo desafío en el que intentará demostrar, una vez más, que hay vida después de la Generación Dorada.