Maier también es de bronce
El luchador escapó de la norma femenina y logró el objetivo en la especialidad grecorromana
lanacionarGUADALAJARA (De un enviado especial).– En una jornada de conquistas netamente femeninas para la Argentina, Yuri Maier escapó de la norma: aportó una medalla de bronce en la lucha grecorromana, luego de superar al hondureño Randy Lambert por una puesta de espalda en la categoría de 96 kilos. El logro se agiganta porque hacía 20 años que nuestro país no se subía a un podio panamericano. El último había sido Daniel Navarrete (68 kilos), en La Habana 1991.
"Imaginaba que este combate iba a ser mucho más complicado, pero se me facilitó todo. Sabía que lo podía resolver con mi agilidad; mi ventaja es que siempre luché en una categoría inferior a 84 kilos", mencionó Maier, que hasta pensó que podía acceder a la definición por la medalla de oro. "La verdad es que el cuadro que me tocó era accesible; no te digo que iba a ganar la dorada, pero sí llegar a la final". El colombiano Raúl Angulo fue quien le quitó esa posibilidad.
Maier, de 22 años, nació en un barrio humilde de la capital correntina. A los 6 años se trasladó a Buenos Aires junto con su familia en busca de mejores oportunidades laborales para sus padres y una mejor educación para él y sus hermanos. Se interesó primero por la natación y gimnasia, aunque a los 9 se acercó a la lucha olímpica. Dio el golpe inicial en el plano internacional cuando obtuvo la medalla dorada en 2001, representando a la Argentina en el Torneo Barros Arana de Chile. Desde que dio ese impacto, su nombre figuró siempre en el plano panamericano y mundial. Dentro del deporte tiene una frase guía: "Quienes dicen que lo importante es haber competido, es porque no conocen la satisfacción de una victoria sacrificada".
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