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Confinada en su casa de California y sin posibilidades de zambullirse en el agua de una pileta, la nadadora rusa Yulia Efimova encontró una original forma de intentar sostener su rutina de ejercicios de manos, ayudándose con parte del mobiliario. En un video que viralizó en sus redes sociales, Efimova aparece subida a una mesa en la cocina de su casa, sujeta por los pies, sacando medio cuerpo fuera del soporte y exhibiendo su fortaleza abdominal y lumbar realizando ejercicios de los distintos estilos de nado.
Efimova llegó en marzo pasado a esa ciudad estadounidense para entrenarse con el experimentado técnico Dave Salo y, allí, la sorprendió la pandemia del coronavirus. California es el estado que impuso las medidas de confinamiento más estrictas y con mayor antelación a sus habitantes. Por ello, dada la imposibilidad de continuar con sus entrenamientos en la piscina, Efimova intenta reproducir los estilos de nado de la forma más natural posible, sin agua, claro, suspendida en el aire mientras le sujetan los pies. Una manera creativa de seguir en movimiento.
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La rusa es especialista en estilo pecho: acumula cinco oros mundiales en 50, 100 y 200 metros. En ese mismo estilo logró también dos medallas de plata, 100 y 200, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Su nombre se relaciona, además, en casos de dopaje. En 2014 fue suspendida durante 16 meses por dar positivo por esteroides durante un control. Después, fue "cazada" hasta en otras seis ocasiones con positivos por meldonium. Pero ahí se libró del castigo porque los controles se produjeron justo antes de que ese producto entrara en la lista negra de la AMA.
Su participación en Río estuvo marcada por los abucheos del público y el descrédito de sus propios compañeros. La rusa recogió su medalla entre lágrimas. Efimova llegó a sentirse la "villana" y recurrió a un hecho conflictivo histórico como la Guerra Fría para describir su situación en la competencia de Brasil.
"Siempre pensé que la Guerra Fría era una cosa del pasado", dijo Efimova, frustrada por el enfrentamiento dentro y fuera de la piscina olímpica con la estadounidense Lilly King, su principal oponente. Si bien es cierto que la Guerra Fría terminó antes de que Efimova naciera, en los Juegos Olímpicos de 2016 a la nadadora de por entonces 24 años le han endosado el papel de "rusa malvada", según el estereotipo que Hollywood supo explotar en películas como Rocky IV, según un informe de la BBC.
El hecho de Río fue impactante. Tras imponerse en la primera semifinal de 100 metros pecho, Efimova levantó el dedo índice, en signo como que ella era de nuevo la número 1. Pero la TV mostró la respuesta de su principal rival, la estadounidense King, que estaba frente a una TV que mostró el gesto de la rusa y su reacción fue levantarle el índice en negación. Al día siguiente, en la final, quien se llevó la medalla de oro fue King y esa vez fue ella quien hizo el gesto del dedo índice. Efimova ganó su primera medalla de plata, pero fue abucheada por los espectadores y rompió en llanto. Encima, King se negó a saludarla e incluso aprovechó la oportunidad para criticarla: "Esto prueba que puedes competir limpio (de drogas) e igual ganar".