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Mientras estuvo al frente del seleccionado, Alfio Basile fue el técnico que estadísticamente salió mejor parado en sus cuatro años de gestión (jugó 49 partidos, con 26 triunfos, 17 empates y seis caídas; aún se recuerda la racha de 33 encuentros sin derrotas). Sin embargo, no es su único récord. El Coco es protagonista de un extraño privilegio: fue al único DT que Fernando Redondo no le dijo no. Todos los demás, Carlos Bilardo, Daniel Passarella y, ahora, Marcelo Bielsa han tenido que soportar (y a veces digerir) una negativa del hombre de Real Madrid.
Redondo fue bien precoz en eso de cantar paso cuando lo convocaron al seleccionado. Ni siquiera lo sedujo la posibilidad de debutar prematuramente con la celeste y blanca o de ganarse un lugar en el plantel que se aprestaba a disputar el Mundial de 1990, en Italia.
Redondo tenía 20 años, y ya mostraba su madura calidad en Argentinos, cuando rechazó la convocatoria de Carlos Bilardo. Adujo que sus estudios (cursaba materias de Ciencias Económicas) eran la prioridad que le habían marcado sus padres y creía que ambas actividades (futbolista-estudiante) eran incompatibles. En aquel momento arreciaron algunas críticas por su actitud (Maradona llevó la voz cantante) y las especulaciones sobre las verdaderas razones de su no a Bilardo: una supuesta estrecha relación con César Luis Menotti, ideológica y personalmente enfrentado con el Narigón.
Su carrera continuó en España, primero en Tenerife y luego, en 1994, en Real Madrid. Ya con Basile al comando de la selección ofreció gran parte del repertorio de virtudes. Primero, en las eliminatorias -marcó su único gol con la camiseta celeste y blanca, frente a Paraguay, en la victoria por 3 a 1, en Asunción-; luego, en el Mundial de los Estados Unidos.
Con la llegada a la conducción de Passarella podían sospecharse algunos cortocircuitos, sobre todo porque el nuevo DT desembarcaba con el discurso de la mano dura, que implicaba cercenar excesos capilares y eliminar los aritos que estaban de moda.
En septiembre de 1995 hubo una reunión entre Redondo y Passarella en España y tras ese encuentro estalló la polémica. Y sobrevino, obviamente, su segunda negativa a integrar la selección. La versión del futbolista fue la siguiente: "Cuando (en la mencionada reunión) llegamos al tema del pelo, le dije que no pensaba cortármelo. Si (Passarella) dice que el tema es la posición en la cancha, está faltando a la verdad".
Su ausencia durante el proceso de Passarella fue comidilla permanente. Además, el técnico nunca cerraba la posibilidad de una nueva convocatoria. Y esa oportunidad surgiría en los comienzos de 1997, cuando ya en plenas eliminatorias para el Mundial de Francia 98, el entrenador pensó en Redondo para afrontar el difícil compromiso con Colombia, en Barranquilla.
Fueron seis días de versiones y de trascendidos entre su designación en el plantel y el momento en que, desde Madrid, volvió a rechazar el convite para sumarse al seleccionado nacional. Su argumento para explicar la negativa resultó directo: "Mi relación con el cuerpo técnico no es la deseable. Hasta me han tratado públicamente de mentiroso. Es una cuestión de honor".
Aparentemente, Redondo había puesto como condición para su regreso que Passarella admitiese que el anterior conflicto con el mediocampista del Real había sido a causa del pelo largo. Passarella no lo hizo y Redondo se autoexcluyó.
"Estaba triste y el llamado de Bielsa me devolvió la alegría", le había confesado al diario español Marca, en marzo de 1999, cuando se enteró de su inclusión en el equipo que estaba por enfrentar a Holanda, en Amsterdam. Un año más tarde, esa alegría parece haber desaparecido.
Luego de la reunión del Comité de Seguridad en la Secretaría de Seguridad Interior, el presidente de la AFA, Julio Grondona, dijo enterarse de la nueva negativa de Fernando Redondo al seleccionado nacional por los periodistas que lo aguardaban en ese lugar. Cuando se le pidió una opinión acerca de la decisión del volante de Real Madrid, el titular manifestó escuetamente: "De Redondo no me extraña nada porque él es una persona muy particular".
Minutos después, ya en la sede de la AFA, Grondona hizo más declaraciones, en las que manifestó que Redondo no es un futbolista irreemplazable. "La de Redondo es una decisión respetable, pero muy particular. No me duele su determinación porque no es un jugador irreemplazable para el plantel, sólo siento dolor si el que renunciara se llamara Maradona. Todos los futbolistas del seleccionado son importantes, pero el único irreemplazable será Maradona", dijo el presidente de la AFA.


