Estamos como para grandes cosas
Una sensación nos involucra a todos: tenemos ganas de jugar ya. El hecho de haber tenido pocos partidos previos al Mundial nos llevó a estar entrenándonos mucho. Por eso, queremos salir ahora mismo a la cancha. Hoy tenemos en la cabeza el partido frente a Inglaterra; hicimos todo lo que teníamos que hacer para llegar al 10 de septiembre, el día del debut, de la mejor manera posible. Sabemos que será un adversario muy duro, pero tenemos confianza en lo que venimos haciendo y sabemos que podemos tener un gran desempeño para el partido en Dunedin.
Los 30 estamos muy bien. Unos días antes de viajar, hablaba con Nico Fernández Miranda, que estuvo conmigo en el plantel que participó en Francia 2007, y decíamos que los encuentros previos a ese Mundial –derrota contra Gales y sufrida victoria sobre Bélgica– nos habían generado más dudas que otras cosas. Lo mismo que ocurrió esta vez en la caída ante Gales y en el difícil triunfo contra Worcester. Pero sucedió algo hace cuatro años que siento que vuelve a ocurrir: apenas pisamos París, nos enfocamos. Todo nos salía bien; en los entrenamientos andábamos espectacularmente. Fue como que se alinearon los planetas; todo estaba en su lugar. Ahora siento eso mismo, aquí en Nueva Zelanda. Sé que si los más experimentados hacemos lo que tenemos que hacer, vamos a atravesar el mismo camino.
Sabemos lo que tenemos que hacer. En el último test-match, el que jugamos con Gales en Cardiff el 20 de agosto, durante los primeros 30 minutos jugamos como Tati [Phelan, el entrenador] y nosotros pretendemos. Eso nos dio la seguridad de que el equipo puede jugar de igual a igual con cualquier oponente. Pero también somos conscientes de que tenemos que generar más peligro para el rival y de que no nos sirve dominar si no conseguimos puntos. Por eso, si en algún momento vemos que debemos desarrollar otro esquema de juego, como poner la pelota arriba para probar al fullback contrario, vamos a hacerlo.
Para los que se preguntan a qué venimos los Pumas al Mundial de Nueva Zelanda, ésta es la respuesta: no tengan dudas, estamos como para grandes cosas. Este seleccionado no vino a pasear. Una de las cosas que me hacen sentir eso es que la confianza del grupo fue creciendo paulatinamente.
Hay que tener la convicción de que se puede. Creer que estamos como para ser campeones del mundo, pero a la vez ir partido a partido. Y nosotros estamos en ese proceso.
No quiero dejar de mencionar lo que pasó con Álvaro Galindo, que por una lesión en los últimos días previos se quedó afuera de lo que era su sueño. La entereza con la que tomó la noticia demuestra que quedó en el camino una persona espectacular; todo eso ayudó también a acrecentar la unidad interna.
Ya está muy cerca el Mundial. Falta cada vez menos para enfrentarnos con Inglaterra, que –vale reconocerlo– claramente llega como favorito. Nosotros, tranquilos, lo esperamos.
Sabemos cuál es nuestro objetivo. Ése será el primer paso, tan sólo eso, pero puede ser muy importante para que esta aventura que estamos empezando, la última para mí como jugador de rugby, termine el 23 de octubre.
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