Tenis | Cuando juega el sol. El rigor de un calor insoportable
Si la temperatura es muy elevada, no hay partidos y es imperioso buscar variantes para entretenerse
MELBOURNE.- Históricamente, la enemiga natural del tenis ha sido la lluvia, algo de lo que bien saben en Wimbledon, donde las precipitaciones son ya una costumbre más, un condimento infaltable. Pero, a primera vista, parece extraño que los encuentros se suspendan por exceso de sol. Esa impresión empieza a corregirse cuando uno recorre el complejo mientras se observan las canchas vacías: basta con caminar un poco para comprobar que la temperatura es intolerable. Y eso que no es preciso hacer un gran esfuerzo, ni qué hablar si hay que correr un par de horas debajo del astro rey. Pero, con los encuentros suspendidos, surge una inquietud: ¿dónde va la gente cuando hay (demasiado) sol? Hay que amenizar una larga espera, de casi seis horas, y no todos tienen tickets para ver los encuentros en el Rod Laver o en el Vodafone, los estadios techados.
Nils, el amigo de Tasmania, aporta un dato: "Allá adelante parece estar todo muy divertido". Claro, se refiere al bar en el que la cerveza corre más rápido que un saque de Andy Roddick. La botella de medio litro cuesta seis dólares y le gana por goleada a las de agua, que valen un poco menos (4,80). Además, en un esfuerzo de merchandising, han regalado varios sombreros de gran copa de la firma cervecera que auspicia el torneo, y Dallas Crane, la banda de rock invitada a tocar, adelantó el horario de comienzo de su recital, así que Nils tiene razón: el ambiente está muy entretenido.
Alrededor, cientos de personas buscan refugio en cualquier rincón de sombra, como Antonio, vestido con su camiseta argentina, junto con su novia australiana, y que vino a ver a Coria, pero terminó por observar a Chela con otros residentes de nuestro país. "Aquí siempre hace bastante calor en esta época del año, pero tampoco es algo que dure mucho tiempo. En realidad, ahora está bueno para ir a St. Kilda", dice, en referencia a la playa que está a unos diez minutos de taxi. Pero estamos en el Melbourne Park y el sol ha decidido bajarle la persiana por un rato al torneo; no está mal la idea de acercarse donde sirven una bebida fresca y tomarse cinco minutos. Así es el calor...
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