El “algoritmo del Vaticano” que predijo al papa León XIV
El modelo asignaba un valor numérico a distintos indicadores, como la edad de los candidatos, su antigüedad como cardenal, si tuvo mala prensa y quién fue el Papa que lo designó; con esos datos realizó un cálculo matemático
3 minutos de lectura'
Luego de la muerte de Francisco, surgió una pregunta fundamental que nadie podía responder con certeza: ¿quién sería su sucesor? Hubo apuestas, nombres en titulares, preferencias más o menos disimuladas. Pero la verdad es que nadie lo sabía, salvo el llamado Papability Index.
El famoso cónclave de 133 cardenales eligió hoy al nuevo pontífice: Robert Prevost, de EE.UU., que se llamará León XIV. Y el estadounidense era el principal candidato del algoritmo, que se hizo viral hace dos semanas. Para realizar su predicción, el Papability Index calculó una serie de factores de cada candidato: edad, antigüedad, quién fue el Papa que lo elevó al cardenalato, su país de origen, si era italiano —el índice lo valoraba por la relevancia histórica de la nacionalidad en la Iglesia—, orden religiosa, involucramiento en escándalos, cantidad de idiomas hablados, ideología, votos en otros cónclaves y coincidencia de país de origen con el del Papa fallecido.
El sistema le asignó un valor numérico a cada indicador y calculó una puntuación: cuanto más baja, mayor la probabilidad de que ese cardenal sea el próximo Papa. En sus resultados retroactivos, la herramienta mostraba cierto nivel de acierto. Al día de sus respectivas elecciones, Benedicto XVI (-1.680), Juan Pablo II (0.228), Juan Pablo I (1.767) y Pablo VI (-0.321) registraban índices bajos que los posicionaban como posibles candidatos. Sin embargo, con Francisco el modelo no fue tan certero: su puntaje era 3.918, más alto que el de otros candidatos de ese momento.
Para esta ocasión, el Papability Index identificó a 21 cardenales como “papables”, es decir, con posibilidades destacadas de ser elegidos como el próximo Papa. Ellos eran: Gérald Lacroix, Luis Antonio Tagle, Chibly Langlois, Robert Prevost, Orani Tempesta, Leopoldo Brenes, Péter Erdő, Daniel Sturla, Jean-Pierre Kutwa, Soane Patita Mafi, Peter Turkson, Sergio da Rocha, Charles Maung Bo, Pietro Parolin, José Francisco Robles, John Ribat, Odilo Scherer, Arlindo Furtado, Stanisław Ryłko, Gerhard Ludwig Müller y Joseph Tobin.
En detalle, destacó ocho cardenales bien posicionados para suceder al papa Francisco, al obtener puntajes por debajo de 1000. Y el mejor era Robert Prevost, con un índice de -1.796, seguido por Gérald Lacroix (-0.779), Luis Antonio Tagle (-0.713) y Chibly Langlois (-0.445). Completan la lista Orani Tempesta (0.166), Leopoldo Brenes (0.496), Péter Erdő (0.732) y Daniel Sturla (0.913).
También destacó un segundo grupo de cardenales con chances moderadas, cuyos puntajes se encontraban entre 1.000 y 2.000. Entre ellos figuraban Jean-Pierre Kutwa (1.017), Soane Patita Mafi (1.159), Peter Turkson (1.303) y Pietro Parolin (1.610), actual secretario de Estado del Vaticano. También aparecen en este rango Sergio da Rocha (1.619), Charles Maung Bo (1.629), José Francisco Robles (1.673), Odilo Scherer (1.718), Stanisław Ryłko (1.739), John Ribat (1.778) y Arlindo Furtado (1.825).
Como parte del juego de predicción, la cuenta de Papability Index realizó un cónclave público hace unos días. Es decir, publicó una encuesta en X donde fue descartando a los diferentes cardenales a medida que iban ganando votos. En la ronda final quedaron Pizzaballa, consagrado ganador con un 41,5% de los votos; Erdő, que quedó en segundo lugar con un 40,5%; y el restante 18% se dividió entre los otros candidatos, sin que ninguno alcanzara un porcentaje significativo.
Más leídas
1Por qué la economía de Estados Unidos se está dividiendo en dos
2¿Error de cálculo o desinterés? La decisión de Trump que está haciendo que América Latina mire a China con mejores ojos
3Lluvias extremas: cayeron hasta 300 milímetros en pocas horas, hay campos bajo el agua y caminos que son un mar
4Horacio de la Peña, del tenista cancherito al entrenador apasionado: “Cuando la pelota me corría, era muy difícil ganarme”
