Advierte el FMI sobre una inflación "desordenada"
WASHINGTON.- Se instaló un fuerte aroma a cortocircuito. Pese a las quejas del ministro de Economía, Axel Kicillof, el Fondo Monetario Internacional (FMI) no sólo ratificó su diagnóstico de recesión para la Argentina, sino que hizo la más dura advertencia en años sobre la perspectiva inflacionaria en el país.
Con un fuerte llamado a "corregir desequilibrios", la entidad previno que, de no modificarse el rumbo, "la inflación seguirá siendo elevada y la economía seguirá siendo vulnerable a dinámicas desordenadas".
Esa inquietante prosa forma parte del apartado referido a la Argentina dentro de su informe regional. En él advierte sobre una desaceleración generalizada de la economía, pero que, en el caso argentino y en el de Venezuela, se convertirá -dice- en un cóctel de recesión e inflación. Junto con eso, por primera vez llama al Gobierno a trabajar para restablecer la estabilidad mediante políticas que, sobre todo, se centren en atacar el déficit, reducir la "distorsión" generada por los controles administrativos y "mejorar el clima de negocios".
Un llamado que, posiblemente, no sea del agrado de Economía, que defiende criterios de expansión del gasto como recurso generador de crecimiento. Además de ratificar su pronóstico de retroceso del PBI, con una caída de 1,7% este año y de 1,3% el próximo, el Fondo lamentó la "falta de diálogo" con el Gobierno. La posición fue planteada en tono firme por el responsable para América latina del organismo. Lo primero que hizo Alejandro Werner fue ratificar el diagnóstico negativo que tanto molestó al ministro Kicillof.
"El contexto recesivo es muy claro y nuestros datos están debidamente fundamentados", dijo. De hecho, en rueda de prensa, sumó nuevos elementos a su respuesta, como la aguda caída en los niveles de importación, de exportación y de producción de automóviles.
En todo caso, sí llegó a conceder que pudiera haber una diferencia de "una o dos décimas" al final de cuentas, pero no mucho más que eso. "Discutir por ese matiz es irrelevante", disparó, en lo que pareció una réplica al ministro. Con lo más parecido a un cortocircuito en evidencia, Werner insistió en que lo que cuenta es la tendencia declinante de la economía argentina. Un diagnóstico que, según describió, se sustenta en "la inflación, la limitación en el manejo de divisas y la restricción de importaciones". Algo que, de no corregirse, "tendrá mayor efecto negativo" a futuro. Casi al mismo tiempo en que Werner empezaba su exposición en la sede local del FMI, a pocas cuadras y reunido con periodistas extranjeros Kicillof insistía en rechazar las proyecciones y atribuirlas a una intención ajena a la observación económica.
Más duro aún que el cruce a la distancia con Werner, el apartado sobre el país en el informe regional previene en duros términos sobre la perspectiva de "inflación elevada" y "vulnerabilidades" de la economía si no se corrige el rumbo a tiempo. "Para restablecer la estabilidad y las bases de un crecimiento sostenible, las políticas deberían centrarse en disminuir el déficit, reducir las distorsiones por los generalizados controles administrativos y mejorar el clima de negocios", insiste.
El documento reconoce que, meses atrás, se dieron pasos para estabilizar la situación, con una marcada devaluación del peso y suba de tasas de interés. Pero luego, el conflicto con los holdouts, el deterioro fiscal y la "continua monetización" reavivaron las "presiones sobre el mercado cambiario".
El pronóstico del Fondo
Alejandro werner
Director Regional
"El contexto recesivo es muy claro y nuestros datos están bien fundamentados"
"Deben disminuir el déficit y las distorsiones por los controles generalizados, y mejorar el clima de negocios"