Mientras varios gobernadores se oponen al proyecto de ley de coparticipación federal de impuestos redactado por el Poder Ejecutivo, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, advirtió ayer que en caso de que el Gobierno no logre llegar a un acuerdo con todas las provincias en esta materia, "no tendremos otra alternativa que seguir de la misma forma en que estamos".
"Si no nos podemos poner de acuerdo para que las 24 [provincias] firmen para poder sacar la ley, por definición constitucional, no se va a poder hacer [una nueva norma] --sostuvo Fernández en declaraciones a Radio Continental--.Vamos a quedarnos con la misma ley que tenemos y no tendremos otra alternativa que seguir de la misma forma en que estamos."
De esta forma, Fernández se convirtió en el primer funcionario del gobierno nacional que reconoció públicamente la posibilidad de que no se apruebe este año la nueva ley de coparticipación, con lo que se incumpliría una de las medidas principales de la carta de intención firmada en septiembre pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Incumplimiento
En cuanto al compromiso con el Fondo, la presentación del proyecto al Parlamento se debió realizar en marzo pasado, un plazo que tampoco se cumplió.
Fernández recordó que la cláusula transitoria sexta de la reforma constitucional de 1994 incorporó tres temas esenciales: "Que a los dos años tenía que haber ley de coparticipación, que las provincias nunca podrán percibir menos de lo que han recibido y que nunca podrá salir la ley si no hay un acuerdo previo de las 24 jurisdicciones, cosa bastante difícil", estimó.
Por su parte, en declaraciones radiales, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, también relativizó la importancia de contar con una nueva ley de coparticipación.
La nueva norma "puede ser un texto que ayude a poner en orden algunas cosas, pero quedó demostrado que se puede tener superávit fiscal [sin ella]", aclaró.
