G-20: apuestan a un documento de consenso y minimizar “disrupciones”
A horas del inicio del último –y el más importante– capítulo del encuentro del G-20 en Buenos Aires, la Argentina hace sus apuesta en dos planos. El primero, una agenda como honest broker (intermediario honesto) para fortalecer consensos y minimizar las "disrupciones" en un mundo tensionado por posiciones antagónicas entre potencias liberales y proteccionistas con relación al comercio, e impulsos unilaterales o multilaterales. El segundo, la intención de volver a mostrar a la economía argentina –tras años de un populismo que amenaza con volver y luego de una crisis cambiaria– como atractiva para los principales inversores globales.
Según confiaron a LA NACION, en el Ministerio de Hacienda que conduce Nicolás Dujovne creen que habrá un documento final consensuado. "Somos terceros, pero están dadas las condiciones para que no haya eventos disruptivos", afirmaron cerca del primer responsable del track de Finanzas cuando se los consultó sobre lo que puede ocurrir en un encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump. "Si no hay confrontación entre EE.UU. y China, eso va a colaborar mucho", agregaron desde Hacienda.
Cerca de Dujovne hacen una diferencia sutil con lo que ocurrió en el último G-20 de Hamburgo. El éxito no es imponer una posición determinada sobre el comercio o la toma de decisiones en los organismos internacionales sino "mantener la armonía", pese a que existan puntos de vista diferentes entre los países que integran el grupo. Por ahí rondará el documento final entre los países. "Hay que lograr el consenso disponible en cada momento", describen.
Dujovne tendrá además varios encuentros con inversores (el miércoles a las 14 en el Alvear en un evento presentado como "Investing in Argentina: The Road Ahead" y un desayuno al otro día en el CCK). "El mensaje es que este es el camino a seguir. Es costoso y difícil, pero que busca corregir los desbalances e integrar a la Argentina al mundo. Es distinta una inflación alta con control de cambios, emitiendo o sin reservas, que otra corrigiendo desequilibrios y arreglando las tarifas. Este es un camino a la normalidad", describieron cerca del ministro.
El jueves por la mañana, el ministro coordinador se reunirá con con el European Investment Bank y luego recibirá a su par francés, Bruno Le Maire. Con él discutirá el posible ingreso argentino a la OCDE (Dujovne lo defendió hace pocos días en París), el acuerdo UE-Mercosur (frenado hasta conocer la posición de Jair Bolsonaro) y el financiamiento para proyectos privados, de defensa y de infraestructura que espera la Argentina de su pares galos.
Por la tarde, Dujovne se reunirá con Máxima, la reina de Holanda para debatir el estatus de los programa de financiamiento inclusivo. El viernes a las 18, el ministro de Hacienda tiene agendada una reunión con el secretario del Tesoro de EE.UU, Steven Mnuchin. La reunión fue definida en Hacienda como protocolar, pero es probable que allí surja el renovado apoyo del gobierno de Trump a Mauricio Macri (explicitado en el FMI) y un pedido por el biodiésel argentino tras las subas de las retenciones. Este último tema no depende de Hacienda, pero es probable que el ministro lo discuta, sobre todo luego de la buena noticia que se conoció esta semana respecto del ingreso de la carne al país del norte.
El sábado, Dujovne acompañará al Presidente en su encuentro con Christine Lagarde, directora gerente del FMI. Allí estará también el presidente del Banco Central (BCRA), Guido Sandleris. La reunión es también -dicen- "protocolar", ya que una misión del Fondo acaba de terminar la segunda revisión sobre el renovado acuerdo stand-by firmado semanas atrás.
Con China, el Gobierno prevé la firma de varios tratados comerciales, entre los que se destacan el fin de la doble tributación, un préstamo a la Argentina por US$1000 millones, el cierre de una ampliación del swap (canje de monedas) con el Banco Central de ese país, y varios más. Hacienda firmará un memorándum de entendimiento con el ministro de Finanzas de ese país.
El jueves a las 18.30 se realizará en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad el encuentro de ministros de Finanzas del G-20. Allí se dará un punto final, sólo por este año, para los temas que se discutieron durante 2018. Estarán en el centro, claro, los temas que incluyen las tensiones en el comercio global y las volatilidades financieras. Desde el track de Finanzas se mantendrán las discusiones sobre cómo se tributa en el mundo en tiempos de economía digital (cómo evitar la erosión de las bases tributarias), las criptomonedas o los intercambios de información entre los miembros para luchar contra paraísos fiscales y le terrorismo.
"Se seguirá discutiendo sobre la red global de seguridad financiera para lograr evitar crisis financieras e implementar los cambios regulatorios de Basilea 3", contaron, y agregaron: "Se va a repensar el rol de los organismos internacionales", dijeron en Hacienda.
Será quizás el cierre de uno de los temas que impulsó la Argentina (el futuro del trabajo por el avance tecnológico) por el que se llegó a un menú de recomendaciones para los países miembro, y un nuevo capítulo para el otro tema impulsado por el país: el financiamiento de la infraestructura para el desarrollo, en el que se trabaja en la creación de activos líquidos que sean reconocidos para operar en el mercado. Será uno de los temas que se seguirán tejiendo en Japón.
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