En Think 2018, el evento de innovación de IBM realizado en marzo pasado, las tecnologías para el agro tuvieron su agenda específica. Uno de los temas destacados fue la tendencia a transparentar la industria de los agroalimentos a través del blockchain.
El blockchain es una base de datos segura que valida a los participantes de la cadena. Esta tecnología ya se utiliza en industrias como la del transporte. Pero, ¿qué puede aportar el blockchain en confiabilidad y reducción de costos para el agro?
A nivel mundial, el sistema agroalimentario tiene problemas de costos transaccionales en los procesos y en confiabilidad. Existen controles y auditorías por parte de distintos organismos, pero que en muchos casos llegan tarde o no arrojan resultados útiles.
Las principales problemáticas que afectan al sector son:
- Enfermedades transmitidas por los alimentos: 1 de cada 10 consumidores caen enfermos.
- Fraude alimentario.
- Requisitos reglamentarios: la modernización de la seguridad alimentaria es una tendencia que avanzará, pero que los productores pequeños no pueden abordar.
- Trazabilidad: todavía es ineficiente rastrear grandes problemas en los alimentos.
- Desperdicios y conservación de los alimentos: en un mundo en el que aún hay problemas alimenticios, un tercio de los alimentos va a residuos.
- Transparencia: esto conduce a la responsabilidad y a la confianza. Es lo que los consumidores están demandando.
El blockchain crea una conexión de confianza con información confiable para todos los participantes del ecosistema, incluido el consumidor. A partir de esta base de datos compartida la industria de los agroalimentos podría:
- Eliminar los procesos manuales y en papel.
- Contar con información en tiempo real.
- Registrar los procesos administrativo de gran alcance.
- Identificar los problemas de manera precisa para que no afecten a toda la industria.
- Reducir drásticamente el desperdicio de alimentos.
- Eliminar los controles innecesarios.
El blockchain podría eliminar uno de los problemas más importante de los productores: la falta de confianza de sus consumidores. El plus de esta tecnología es que es accesible incluso para los productores más pequeños; puede ser implementada con el uso de hasta teléfonos inteligentes. Sin embargo, existe una traba: la falta de confianza entre los actores del ecosistema. Esta traba impide que los participantes compartan información.
El autor es socio de Barrero & Larroudé y presidente de Unaje