Desde Agronomía Conservacionista Inriville (Córdoba), que integro en sociedad con Rubén Venturi, usamos tecnologías orgánicas como las hormonas vegetales, los reguladores de crecimiento y micronutrientes para la aplicación foliar y al suelo. Los productos hormonales son compuestos orgánicos de origen natural que favorecen los procesos ecofisiológicos del vegetal, permitiendo obtener la máxima expresión genética del material empleado.
En maíz empleamos un producto compuesto por las tres hormonas de crecimiento de la planta: citocinina, auxina y giberelina más 6% zinc quilatado (Nutrimins) en una dosis de 500 cm3 cada 25kg de semillas. Esto nos da mayor energía en el desarrollo radicular, mayor rapidez en la germinación y emergencia, garantizando una buena población inicial y bien homogénea.
Luego, entre 3 y 6 hojas, aplicamos dos productos con micronutrientes, de aplicación foliar, con base de zinc, que contienen otros micronutrientes S, K, Mo, Mn, Mg, B, P y N. Esto mejora el sistema reproductivo de la plantas e interviene en la formación y llenado de granos. Así logramos entre un 15% y un 20% de diferencia de rendimiento respecto del testigo con un costo de unos 2qq/ha de maíz.
En soja usamos un fertilizante foliar que posee cobalto 1% y molibdeno al 6%. Luego en R2 a R5, combinado con la aplicación del fungicida, aplicamos un producto, a una dosis de 300cm3/ha., compuesto por citocinina, auxina y giberelina más 4% molibdeno con un producto de aplicación foliar compuesto por calcio 8% y boro 0,5%, en una dosis de 3 lts/ha. Observamos mejor sanidad, mayor cantidad de vainas, nudos fértiles y mayor cantidad de granos por vainas, mayor tamaño y peso menor vaneo y abortos de flores. El alargamiento del tiempo de llenado es de unos 15 días. La diferencia encontrada es de un 7% a un 14% o más que el rendimiento del testigo.
Juan Pablo Alzapiedi