Para José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con “una definición clara” de políticas en la nueva campaña el campo podría sembrar y producir más
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Sin discursos ni proclamas; sin gritos ni agresiones sin sentido pero sin tapujos, el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, volvió a reclamar, esta vez a todos los candidatos presidenciales, reglas y políticas claras para un sector agropecuario que necesita previsibilidad sostenida en el tiempo.
Luego del lanzamiento de la Campaña Gruesa 23/24, realizado ayer con proyecciones de producción y exportaciones, en su oficina, el titular de la entidad dialogó con LA NACION sobre las perspectivas y expectativas que tiene el sector, en vistas a las futuras elecciones, donde el factor climático pareciera ser ya un tema superado.
“No vamos a pedir nada nuevo. En la próxima campaña, el agro tiene hacia adelante una gran producción porque cambió el patrón climático. Pero, como todavía lamentablemente tenemos indefinidas las reglas con las que se va a jugar este partido, porque aún los candidatos no están diciendo cómo va a ser el nuevo escenario, es que no está explotando totalmente la capacidad de sembrar que puede tener el agro”, detalló.
“Si hoy hubiese una definición clara y taxativa de los tres candidatos de que va a pasar esto con el tipo de cambio, que va a pasar esto con las retenciones, me arriesgo a decir que puede ser aún mayor la posibilidad de sembrar. Solo escuchar que los candidatos puedan tener un plan, no a favor del campo pero sí para estimular la producción, le cambia el humor a los productores. Pero todavía hay una incógnita muy grande en ese sentido, ni hablar de la mercadería que está hoy en stock”, aseguró.
Del fuerte reclamo del año pasado sobre las necesidades ciertas del sector, nada ha cambiado. Además de las reglas del juego claras y un tipo de cambio único, un tema preocupante para Martins es que “daría la impresión que nadie se anima a romper lo perverso de los derechos de exportación, un impuesto injusto que no corresponde”.
“Evidentemente por la situación de la economía nadie lo va a llevar a cero. Pero al menos que tomen el proyecto que presentó el Consejo Agroindustrial, donde proponemos una baja gradual. Eso le da algo de previsibilidad a la agroindustria, es decir sabe a qué atenerse”, indicó.
“No puede haber distorsiones en la cadena comercial, no puede haber barreras en la exportación. Hoy estamos hablando que el mundo demanda alimentos pero la Argentina no quiere exportar. Porque, cuando se pone frenos para exportar carne, trigo o fideicomisos, nosotros mismos nos estamos tirando un tiro en el pie. No solo no exportamos, sino que tampoco satisfacemos la demanda interna y sigue sin solucionarse el problema de los precios internos”, añadió.
De cara a diciembre próximo, la economía de estos meses que vienen por delante es muy preocupante: “En este escenario, la devaluación de días atrás ayudó un poquito pero rápidamente la inflación ya ecualizó ese beneficio. Y ahora habrá que ver cómo se generan dólares genuinos de acá a diciembre y eso está dado por el campo, algo de energía y fundamentalmente por algún crédito que vaya a algún organismo internacional. Pero en un contexto inflacionario como el actual, no me imagino una macroeconomía un poquito mejor que la actual”.
Hacia el año que viene y, con la posibilidad cierta de un fuerte ingreso de dólares proveniente no solo del campo sino también de la exportación de energía, el directivo afirmó que, para que ello ocurra se deben formalizar algunas cosas: “¿Cuál será ese tipo de cambio? Necesitamos un tipo de cambio único, no podemos seguir teniendo 18. Tenemos que tener previsión si vamos a poder exportar al mundo; en esto al menos dos candidatos (Patricia Bullrich y Javier Milei) fueron taxativos y dijeron que se van a barrer las limitaciones a la exportación. Creo que Sergio Massa va a terminar diciendo lo mismo”.
Para Martíns, la dificultad de avanzar en diferentes materias en la Argentina pasa porque “no logra ir a una suerte de pacto, de consenso entre toda la política y pensar a largo plazo”.
“Seguimos con esa dinámica que, si la idea mía es muy buena y si es tuya es muy mala. La ley que se durmió en el Congreso era un pequeño apéndice de todo este plan agroindustrial que tenía que ver con incentivar nuevas inversiones y que pudo haber sido muy útil en un año como el anterior porque si había inversiones en riego, por ejemplo, podía habernos ayudado para la sequía. Pero las fuerzas centrífugas en el Congreso hicieron que pierda estado parlamentario. No era lo mejor, pero era un aporte para que vengan inversiones, que no tenía costo fiscal y beneficiaba al agro”, dijo.
Haciendo una comparativo con Brasil señaló: “No hizo nada disruptivo, lo único que hizo fue sostener a lo largo del tiempo las reglas de juego, a pesar de haber tenido gobiernos socialistas, liberales y demócratas. Antes, Brasil producía el 50% de la cosecha de soja que se hacía en la Argentina y hoy produce tres veces la nuestra. Este es un sector que no necesita subsidios, solo reglas claras y leyes acordes como una ley de Propiedad Intelectual. No puede ser que el paquete impositivo tenga retenciones, ingresos brutos, tasas de seguridad vial, es impresionante. Reduciendo eso, el sector explota”.
En este contexto, el dirigente señaló que la última medida (dólar soja) para el sector que implementó el Gobierno, por la determinante sequía de divisas que tiene el Banco Central, “está bien” y que seguramente hay gente que lo va utilizar, dándole un buen provecho, “pero siguen rompiendo los mercados de granos”.
“Seguimos rompiendo el funcionamiento de un grano, que es totalmente distinto a lo anterior. Porque el otro (dólar soja en sus diferentes estadios) era un dólar para todo el mundo. Este último empieza a jugar la capacidad que pueda tener cada comprador de traer divisas y liquidar, con lo cual la capacidad de pago también va a ser distinto por exportador y por industria. Seguimos haciendo que el mercado, en lugar de consolidarse y ser transparente, como fue históricamente, se convierta en todo lo contrario”, finalizó.
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