Gracias a su padre, a los 15 años hizo algo que marcó su rumbo para siempre

RIACHUELO, Corrientes.- Santiago Badaracco, de 30 años, no recuerda cuál fue el momento en que nació su fanatismo por la genética bovina y la reproducción, pero sí a la perfección el día en que hizo su primera inseminación, cuando en octubre de 2007 tenía 15 años. Fue en el campo de su familia en Chaco, poco después de haber terminado un curso sobre técnicas de reproducción al que lo había enviado su padre. “Lo enloquecí después de tanto insistirle en que me enseñe“, contó a LA NACION en el marco de la Exposición Nacional de Razas en esta provincia, organizada por Expoagro con el apoyo del gobierno correntino.

En Brahman sacó el Reservado de Gran Campeón Hembra de la raza. Fue con una ternera de la cabaña La Yunta que tiene, desde hace cuatro años, junto a su socio Martin Alonso, de 46.

Se trata de la primera vez que participa en una exposición de estas características. Badaracco también debutó con los animales Brangus de su otra cabaña, “Don Santiago”, que fundó en el campo de su padre en Chaco hace siete años.

Badaracco contó que lleva la pasión por la ganadería en la sangre tanto por su familia materna como paterna. Por el lado de su padre es la tercera generación de veterinarios, mientras que por su madre heredó el campo de sus abuelos que llegaron de España y, a “fuerza de pulmón”, compraron sus primeros animales para la producción ganadera.

“Mi viejo es un apasionado de las vacas, pero el loco por las cabañas siempre fui yo”, afirmó. Explicó que su padre continuó con el negocio de sus abuelos, pero nunca se dedicó a la parte reproductiva. “Era el eslabón que nos faltaba”, comentó y agregó: “Gracias a que me mandó a hacer un curso, pude empezar a hacer esto en el campo”.

Más allá de que cría diversas razas, dijo que es “un fanático y amante de Brangus”, algo que mamó de su familia porque era la raza de su rodeo. En este contexto, en su caso en 2014 eligió “las mejores vacas” para inscribir la cabaña en la raza y en 2015, mientras cursaba la carrera de veterinario, compró en la cabaña Corral de Guardia su primera hembra donante. ”La elegí con la ayuda de Guillermo Marchisio; ahí empezó el fuerte de la cabaña, comencé a hacer transferencia [embrionaria]”, relató.

El amor por la raza lo impulsó a ser el primer presidente de Jóvenes Brangus, el grupo que había fundado junto a otros aficionados de la raza. Ese mismo año eligió del rodeo original de su padre “las mejores vacas” y con eso inscribió la cabaña “Don Santiago”.

En 2017, ya recibido de veterinario, en Sáenz Peña, Chaco, se puso a administrar la cabaña de la familia y a dedicarse de lleno a la reproducción. Además, con el tiempo empezó a trabajar para terceros con inseminación, transferencia embrionaria, diagnóstico de gestación, entre otros aspectos.

Hace tres años emprendió un nuevo desafío, un deseo que no había podido cumplir antes: criar Brahman, raza con la cual obtuvo el Reservado de Gran Campeón Hembra de la muestra.

La cría de Brahman vino luego de un viaja a Salta para participar como secretario en la jura de una exposición. En ese viaje se cruzó con Alonso, a quien había conocido en un curso de la raza. De una charla entre ambos nació “La Yunta”, la cabaña con la cual obtuvo el Reservado de Gran Campeón Hembra.

“No nos esperábamos tener un premio tan grande en una nacional. Algo muy emocionante”, dijo. “Estoy conforme porque estuvimos a la altura de la exposición, con un muy buen nivel”, concluyó.