Soy empresario agropecuario, ex delegado de Carbap y ex dirigente del Frente Agropecuario Nacional, preocupado por lo que Félix Sammartino señaló en su columna del sábado 16 de julio pasado, haciendo referencia a la cultura de lo efímero por lo que les augura poco éxito a los cuatro ex secretarios de Agricultura en cuanto a proponer políticas de Estado.
De todas maneras, sería bueno ayudar a abrir los ojos al productor sobre la realidad de hoy, en la que, a mi entender, tanto en lo político como en lo económico y lo social, están empezando a aparecer problemas que estaban tapados o que no se querían ver.
Hay un tema que no se habla, como pasaba en la convertibilidad, que es el problema de la inflación y el atraso cambiario. Creo que sería bueno empezar a hablarlo, pues concientizando el problema se puede ayudar a prevenirlo. Pues al anticiparlo podremos evitar caer en la decepción de creer que nos va bien; pues todos (clase media para arriba) se van de viaje, se compran autos, etcétera, como si todo estuviera bárbaro. Es más, a los productores nos han hecho creer que nunca nos ha ido tan bien, y por lo tanto ni hablar de protestar por algo, cuando esto es producto de un viento de cola muy favorable.
La clase baja también tiene una falsa sensación de bienestar con los planes pro consumo. Pero de esto no se habla.
Los dirigentes, los medios, etcétera, sólo se animan a hablar sobre que hay que ir bajando las retenciones y eliminar el intervencionismo. Pero esto no es el único problema. Acá hay uno que es igual o peor que es la inflación con tipo de cambio fijo. Lo mismo que en la convertibilidad. Y ya sabemos cómo terminó.
Me cuesta realmente entender por qué los dirigentes agropecuarios no hablan de esto. En la convertibilidad pasaba lo mismo y junto con otros delegados nos fuimos de Carbap porque no quisimos ser cómplices de la desaparición de 100.000 productores. Se estaban fundiendo, y dirigentes, algunos actuales, incluso hoy hasta candidatos a diputado, negaban esta realidad y nos marginaban si hablábamos de esto.
Hoy pasa lo mismo y se procede de igual manera. Nos vienen salvando los precios internacionales y la terrible liquidación del stock vacuno, que nos hace creer que estamos bien. Pero la inflación (costos) avanza lenta o no tanto, pero sin pausa. El deterioro ya se está empezando a manifestar (caso de los tamberos, etcétera) y cuando queramos acordarnos, vamos a estar sin renta.
Después del discurso de Biolcati, apareció una frase del ministro de Agricultura que grafica muy bien: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que Biolcati entienda que al campo le va bien pues tiene un tipo de cambio competitivo".
Creo que llegó la hora de que la dirigencia reaccione y salga a refutar este argumento falaz, ya que como el mismo diario La Nacion viene advirtiendo, el tipo de cambio agropecuario es hoy menor al 1 a 1.
El autor es empresario agropecuario
Alfredo Busquet