Ya de lleno en 2017, resulta oportuno advertir sobre los factores de mercado a monitorear en esta nueva campaña. Dicho ejercicio sólo es válido para los productos de cosecha gruesa, toda vez que la plaza triguera doméstica ya evoluciona con factores exclusivamente locales. En efecto, ya colocados los excedentes extra-Mercosur, los precios del trigo han comenzado a afirmarse en los últimos 30 días, impulsados, a su vez, por el acierto del Gobierno en remover el denunciado (en estas páginas) acuerdo con los exportadores para abastecer el mercado interno de la época del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno. En definitiva, ya estamos a pleno en una pulseada entre productores locales y molinos brasileños, con margen para subas adicionales.
Para maíz y soja, en cambio, el partido 2017 recién empieza. Los factores a considerar que tendrán impacto sobre las cotizaciones son, a priori, cuatro: el clima en Sudamérica; el efecto Trump; el clima en EE. UU. en el período abril/agosto, y la actitud de la demanda china.
El clima en Sudamérica viene siendo difícil de categorizar. Si bien es cierto que los problemas en la Argentina han ayudado a sostener las cotizaciones en las últimas semanas, la cosecha en Brasil viene con un muy buen grado de avance (algo más del 10% en el nivel país) y con muy buenas perspectivas productivas (proyecciones entre 103 y 107 millones de toneladas).
El factor Trump se las trae. Hasta el momento las decisiones del flamante presidente de EE.UU. no son las que quisiéramos escuchar en lo que se refiere a la cuestión del uso de maíz para etanol, pero no resultará sencillo que reciba el apoyo del Congreso en la materia. Por su parte, las amenazas a México (gran importador de maíz, con entre 10 y 15 millones de toneladas) se suman como información a seguir con atención.
Respecto del clima en EE.UU. para el período crítico (abril/agosto), es demasiado temprano para atender proyecciones, pero es interesante asumir que estadísticamente resulta muy poco probable que pueda repetirse un año favorable para los cultivos luego de tres campañas consecutivas verdaderamente excepcionales.
El tema China continúa siendo un factor alcista para los precios. Las exportaciones de EE.UU. vienen batiendo récord tras récord y los compromisos ya superan el 90% de lo proyectado para todo el ciclo comercial, cuando recién se han cumplido cinco meses de su inicio.
Ahora es el momento para que Sudamérica "tome la posta" y atienda la demanda china. Ello podría calmar al mercado. Es por ello que efectivizar coberturas es lo más aconsejable para el productor argentino. Hoy es posible asegurarse precios mínimos a cosecha del orden de los US$ 260 por tonelada sin perder la posibilidad de beneficiarse si los precios vuelven a escalar. Más por prudencia que por convicción, coberturas con máxima flexibilidad sería la consigna del momento.