La reunión de ministros de Agricultura de los países que integran el Grupo de los 20 que se realizó en Buenos Aires sirvió para conocer otras visiones. Una de las más interesantes fue la del ministro de Agricultura de Canadá, Lawrence MacAulay, que defendió la necesidad de impulsar el libre comercio entre los países, en un contexto mundial en que las guerras comerciales están a la orden del día.
-¿Para Canadá fueron positivas las conclusiones del G-20?
-Sí. Coincidió muchísimo con la línea de pensamiento de Canadá. Abordó los temas del cuidado de los suelos y del agua, el cambio climático, de alimentar al mundo y cuidar del medio ambiente, lo que es vital. Esto es lo que está impulsando nuestro gobierno, nos complace muchísimo que los países del G-20 hayan colocado estos puntos en la declaración final.
-Uno de los puntos, además, fue que no haya distorsiones al libre comercio.
-Es coherente con la posición de Canadá. Somos un país que promueve el comercio abierto y libre. Somos totalmente conscientes de que el comercio mejora la economía de manera bilateral.
-¿Cómo están las discusiones que están teniendo con Estados Unidos por el Nafta?
-El Nafta es algo que se ha implementado antes de que existiera Internet. Y se ha renovado muchas veces. Ha habido mucha retórica, pero tenemos negociadores muy hábiles. Viajé muchas veces a Estados Unidos y México y hablé muchas veces. La gente con la que yo hablo apoya completamente el Nafta. Son conscientes de que el comercio se ha cuadruplicado desde que se implementó. Y varios de los asistentes a las conferencias y charlas a las que he asistido me han dicho: "No dañen el Nafta". Y yo les digo a ellos que tienen que asegurarse de que la gente que elijan para gobernarlos sepa lo que ellos quieren sobre el Nafta.
-¿Qué opina sobre un posible acuerdo entre Canadá y el Mercosur?
-Estamos en los estadios iniciales. Nosotros facilitamos el comercio. Nosotros queremos comercializar con todo aquel que quiera comercializar con nosotros. Entendemos que debe ayudar a sus países y al nuestro.
-¿Canadá quiere aumentar las exportaciones agropecuarias a la Argentina?
-Estamos interesados en exportador productos, pero Canadá importa las mismas cantidades de productos agropecuarios que las que exporta. Donde yo vivo la temperatura llega a 30 grados en esta época. En enero, cuando ustedes tienen esa temperatura, nosotros tenemos nieve. Por lo tanto, siempre se crean oportunidades. Pero hay muchas otras cuestiones. Por ejemplo, tenemos un acuerdo respecto de la carne porcina.
-¿Y la Argentina qué productos podría exportar a Canadá?
-Entre noviembre y abril hay muchos productos agrícolas que no producimos, por lo tanto esto crea oportunidades de comercio bilateral. Nos gustan los porotos frescos y no los podemos cultivar en febrero.
-Canadá es muy fuerte en productos como forestación, canola y lácteos, ¿cómo están estas actividades?
-Todas las commodities están muy bien. Exportamos muchos productos derivados de la madera. En el caso de la canola, soy un firme defensor del apoyo a la investigación y el desarrollo. Soy asesor en el gabinete en esta área. Nuestros científicos descubrieron las semillas de canola y esto puso miles de millones de dólares en los bolsillos de los productores en nuestro país. Es por eso que la innovación y el desarrollo son tan vitalmente importantes. Y somos especialistas en trigo. Es bien conocido que nuestro trigo es requerido para la producción de pan en todo el mundo.
-¿Cómo se relacionan con los productores?
-Hacemos grandes inversiones en el sector, sobre todo en investigación y desarrollo, porque el gobierno ha decidido que sea un sector importante para el PBI. También invertimos mucho dinero en el sistema de transporte porque somos un país extenso. Y entendemos la importancia de la entrega a tiempo. Tenemos que llegar con el trigo a tiempo desde las praderas hasta el puerto de Vancouver y desde allí hasta los puertos de Asia, por ejemplo.
-¿Qué visión tiene Canadá sobre la biotecnología?
-No tenemos trigo genéticamente modificado. Sí otros productos, pero con el trigo genéticamente modificado tenemos que tener cuidado porque hay otros mercados que no lo permiten y cuando uno vende en el mercado mundial tiene que tener mucho cuidado. Nosotros invertimos en tecnología e innovación. Planificamos exportar 75.000 millones de dólares en productos agropecuarios alimentarios para 2025 (actualmente llegan a 62.000 millones de dólares). Algunas personas dicen que vamos a superar esa marca. Esa no solo es una oportunidad para nosotros, sino también para ustedes. Y además es una obligación, porque tenemos que alimentar al mundo. Ese alimento que produzcamos tiene que ser de la más alta calidad e inocuo. Para exportar a cualquier parte del mundo tenemos que garantizar que sean inocuos. Tomemos un ejemplo: China ha tenido dificultades y son exigentes para recibir alimentos de la más alta calidad e inocuos, bien seguros. China se está expandiendo todos los años en el mismo número que la población de Canadá. Imagínese la oportunidad que representa para países como los nuestros y es nuestro deber ayudar a proporcionar esos alimentos para esa creciente población.
-¿Cómo ve el futuro de los jóvenes en Canadá? En muchos países se advierte que es difícil atraer a los jóvenes para que trabajen en el campo.
-Es cierto. Discutí este tema con gente del sector y la academia. Es un problema que tienen varios países. El problema es que la tierra y el equipamiento agrícola son muy costosos, cuestan mucho dinero para empezar a trabajar. Los agricultores de más años tienen propiedades y se han hecho de equipos y quizás eso sea la única pensión que tienen. ¿Cómo abordamos nosotros este problema? Con préstamos e incentivos que damos a los jóvenes. Somos muy conscientes de que existe este problema. Tenemos también que aumentar la velocidad de banda ancha para expandirla a todo el país, para que todos estén conectados.