Llevan meses sin luz por una “orden de arriba” y ahora deberán gastar 9,2 millones

Para esta altura del año, Juan Ignacio de Hagen (38), Francisco Paoltroni (41) y Roberto Schulz (28) esperaban tener en funcionamiento la única planta extrusora de soja de la provincia de Formosa. Sin embargo, por un tema burocrático y “una orden de arriba” de una empresa de suministro eléctrico del gobierno de Gildo Insfrán, los emprendedores ahora deberán desembolsar alrededor de 9.200.000 mensuales para poner en funcionamiento la compañía con un grupo electrógeno.

Lo que prometía convertirse en una suerte de progreso para la localidad de Ibarreta, un pueblo del departamento Patiño, ubicado a 200 km al oeste de la capital formoseña, se convirtió en una guerra fría entre los incipientes empresarios y la empresa Recursos y Energía de Formosa SA (Refsa), el proveedor del suministro eléctrico de esa región, cuyo principal accionista es el gobierno de Formosa.

“Seguimos sin respuesta de la provincia y si todo marcha bien arrancamos a procesar”, dijo De Hagen a LA NACION. Los emprendedores cuentan que ante la necesidad de comenzar a poner en marcha Agroindustria de Formosa, la primera compañía de procesado del poroto de soja en esa zona, tuvieron que alquilar un grupo electrógeno para poder “avanzar” con las operaciones que estaban previstas comenzar en julio pasado.

Su socio, Schulz calcula que el costo total del alquiler y el combustible asciende a 9.200.000, un valor que supera en gran medida las estimaciones calculadas al comienzo cuando los emprendedores comenzaron a idear el proyecto. “Hace un tiempo dejé de ver los márgenes de los costos con luz eléctrica y ahora los comencé a ver con grupo electrógeno”, explicó.

Los empresarios coinciden en que el gobierno de la provincia les dio una negativa tan rotunda sobre una solución al problema que hasta ahora creen que será por tiempo indeterminado. “El estimado del costo por energía eléctrica es 600 mil pesos por mes”, calculó en tanto De Hagen sobre el valor que en realidad deberían asumir mensualmente si contaran con el servicio eléctrico como estaba previsto originalmente.

“Después, en costos, estamos solventando los sueldos de los empleados que hacen guardias previas. Los mandamos a hacer una pasantía a una industria similar para tener una capacitación, eso nos lleva un costo adicional, pero desde antes de julio que estamos solventando los sueldos. No queremos despedirlos, porque no lo vemos positivo hacerlo y tenemos que cumplirles con el compromiso”, puntualizó De Hagen. En total, mencionó, son cuatro empleados operativos para poner en marcha la planta, más el chofer de un camión.

La respuesta del Ente Regulador

Tras la negativa de Refsa, los empresarios recurrieron al Ente Regulador de Obras y Servicios Públicos, donde el mes pasado les indicaron que “no hacían lugar al reclamo” presentado por la apoderada legal de Agroindustria de Formosa, Elida Emilia Maciel, ya que deberá cumplimentar con los requisitos legales y técnicos solicitados oportunamente por la empresa Distribuidora Refsa.

“Nos dijeron que nos faltan distintos tipos de habilitaciones, el tema es que eso no estaba protocolizado en ningún lado, nos informamos por los gerentes de Refsa para hacer esto y ahora traban todo. Lo hicieron de buenas a primera”, explicó Schulz quien aclaró que ellos ahora ven la respuesta del Ente Regulador como una forma de “tocarles el hombro”, ya que cuando comenzaron el proyecto les dijeron que pondrían la energía eléctrica, pero la negativa surgió cuando se hizo el llamado a la central para que hagan el corte para poder hacer la conexión, donde les dijeron que había “una orden de arriba”.

Los planos y el proyecto para llevar electricidad a la planta se realizaron tal y como estaban planteados y asesorados, según dijeron los empresarios en su momento a este medio, por un alto funcionario de Refsa. En rigor, la fecha estipulada para hacer la conexión estaba prevista para el 30 de junio, pero cuando se hizo el llamado a la central para que hagan el corte para proveer de luz a la compañía, se les negó de manera verbal la instalación.

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