Por la intensa sequía, cayó fuerte la preñez en los rodeos de cría

Los resultados de muchas palpaciones rectales realizadas en rodeos de cría de La Pampa, Buenos Aires y el Litoral son desalentadores. "En muchos campos no se supera el 60% de preñez, con casos críticos de 45%, como consecuencia de la falta de forraje durante el período de servicio durante 2008. Quien hoy tiene 85% puede considerarse muy afortunado", afirma un veterinario radicado en Rufino.

Las vacas clasificadas como vacías no pueden permanecer improductivas en el campo durante ocho o nueve meses. ¿Qué hacer con ellas?

"La mayoría se ve obligado a desprenderse de ellas en el mal estado en que se encuentran, al no tener mas pasto ni recursos para cambiarlas de categoría", admite el profesional.

Eso se refleja en las entradas al mercado de Liniers, donde se ve mucha hacienda de muy buena genética que se vende para industria a un peso por kilo. "Son pocos, realmente, los que se animan a gastar 300 o 400 pesos en rollos, grano o subproductos para poder venderlas gordas para consumo, con una utilidad final que ronda los 150 pesos, al descontar ese gasto del valor final de animal faenado,

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Los criadores también sufren otros problemas. El precio del ternero que venden para invernar bajó 15% desde principios de año hasta ahora, por la falta de pasto en los campos invernadores, que no han sido beneficiados con las últimas lluvias, y porque la reposición se posterga por el marco de incertidumbre en que se desarrolla la actividad ganadera.

Además, muchos campos de la zona árida y semiárida central del país, están sufriendo problemas de erosión eólica e incendios. Sucede que esos suelos arenosos se han quedado sin cobertura por el sobrepastoreo y se vuelan fácilmente ante vientos fuertes.

También aparecen riesgos de que el material vegetal seco se prenda fuego ante cualquier descuido. Y un foco que nos e controla rápido puede provocar la quema de todo el campo al avanzar sobre rastrojos y pastizal natural totalmente combustibles por su condición seca.

Ante esa realidad, muchos productores están haciendo contrafuegos preventivos y dejan múltiples u otras herramientas de discos en los extremos del campo, ante la eventualidad de tener que efectuar labores para la detención del fuego proveniente de los campos vecinos.