Productores e industriales de la madera y la celulosa creen que se podrían atraer inversiones por US$7000 millones y crear 187.000 empleos, entre otros objetivos
En los próximos 11 años, la cadena foresto-industrial podría atraer inversiones por 7000 millones de dólares, crear 187.000 empleos y revertir el déficit histórico en la balanza comercial de la actividad para pasar a tener un superávit de US$2500 millones.
Esas estimaciones están contenidas en el plan Estratégico Forestal y Foresto-Industrial Argentina 2030, que las cámaras empresariales de la forestación y las industrias de la madera, la celulosa y la maquinaria presentaron recientemente.
Los objetivos son el resultado de las Mesas de Competitividad en las que participó activamente el entonces presidente Mauricio Macri, que se prolongaron en las provincias del Litoral, Buenos Aires y la Patagonia. También hubo debates posteriores.
El presidente de la Asociación Forestal de Argentina (Afoa), Osvaldo Vasallo, destacó que el contenido del programa es el resultado de un trabajo de consenso de todas las ramas de la actividad.
La coordinadora técnica del plan, Claudia Peirano, recordó que en los últimos 20 años la actividad foresto-industrial fue un motor de desarrollo en Brasil, Uruguay y Chile. Sin embargo, la Argentina "no crece en producción de celulosa desde hace más de 30 años". Y advirtió que en toda la región pasó una ola de inversión por US$25.000 millones "de los cuales la Argentina no obtuvo ningún beneficio".
Según la especialista, la foresto industria está en condiciones inmejorables de enfrentar la amenaza del cambio climático para mitigarlo y "dar respuestas", explicó. Peirano dijo que "la madera es una fuente para toda una nueva gama de productos a partir de la innovación en nanotecnología, biotecnología, nano medicina y química verde".
En tanto, Marcos Pereda, de la Sociedad Rural Argentina (SRA), coordinador de la Mesa de Competitividad, destacó que el desafío que tiene la actividad es la atracción de inversiones.
En el documento se sostiene que la Argentina podría incrementar un 50% la superficie implantada y llegar a dos millones de hectáreas sin competir con bosques nativos ni cultivos. A su vez podría responder a la demanda internacional creciente de productos provenientes de la madera por la sustitución de fuentes no renovables.
Los empresarios y profesionales solicitaron estabilidad legal y la concreción de los temas pendientes, como infraestructura (logística y bitrenes), la promoción de una ley de inversiones para la celulosa y el fortalecimiento de las pymes industriales, entre otras medidas.ß