Sequía: tras un alivio por las lluvias, sigue el reparto de alimentos para las vacas en una zona muy castigada

SANTA FE.- Las lluvias en el norte santafecino comenzaron a modificar el ánimo de los productores, afectados por la devastadora sequía que había ingresado al tercer año consecutivo de efectos con serios perjuicios económicos para el sector.

Esta semana, por tercera vez en 20 días, las precipitaciones en el departamento 9 de Julio, el que limita con Chaco (al norte) y Santiago del Estero (al oeste), formando un límite tripartito en la región, resultaron de buenos milimetrajes, con promedios entre 40 y 60 milímetros, aunque en zonas puntuales hubo registros de hasta 200 milímetros. Pero también se registraron precipitaciones menores en los departamentos Vera y General Obligado.

Los primeros informes indican que se mejorarán los perfiles de agua en las napas subterráneas, con lo cual también habrá una evolución favorable en la calidad del líquido, indispensable para el consumo de la hacienda, mientras que los que se dedican a la agricultura podrán realizar los preparativos para la última posibilidad que tienen de hacerse pasturas y forraje para el invierno.

En la zona de Tostado, cabecera del departamento 9 de Julio, una de las más afectadas por la falta de agua, la lluvia alcanzó los 60 milímetros en dos horas. Pero también hubo lluvias de menor cuantía en distritos como El Nochero (4 mm.), Logroño (15 mm.), Montefiore (15 mm.), Campo Caray (8 mm.), y Esteban Rams (16 mm.).

Reparten alimentos

Por otra parte, esta semana, en el distrito Los Tábanos (departamento Vera), productores se reunieron con autoridades políticas de ese departamento, ante quienes expresaron que “la principal inquietud pasa por la falta de alimentación para los animales”.

Al respecto, el presidente comunal que organizó la reunión, Ángel Nefle, explicó: “Dado que el problema del agua está controlado con una represa que en el pasado era fuente de suministro para el sistema de agua potable y hoy abastece a los pequeños productores del radio urbano, tratamos ahora de organizar el operativo de distribución de alimentos para los animales, para llegar a todos de manera ordenada”.

A su turno, el presidente de la Sociedad Rural de Vera, Sebastián Volkart, responsable de administrar los fondos enviados por el gobierno provincial, indicó: “Estamos tratando de evitar la desaparición de los pequeños productores, por eso venimos a buscar la forma de que todos puedan seguir produciendo”.

Soja

En este contexto, el informe semanal que sobre estimaciones agrícolas divulgó la Bolsa de Comercio de Santa Fe (Bcsf) destacó la finalización de la implantación de la soja tardía, con un 7% menos de superficie sembrada que lo estimado inicialmente.

“No se alcanzaron las 580.000 hectáreas que se habían estimado inicialmente. La superficie lograda en dos etapas muy marcadas, la primera en diciembre de 2022 que llegó al 70%, unas 406.000 hectáreas y la otra entre mediados y fines de enero 2023, el 30 %, o sea 133.400 hectáreas, que totalizaron 539.400 hectáreas, con un 7% menos, a lo proyectado al principio del ciclo”, indicó el trabajo.

Por su parte, los cultivos de girasol, soja temprana, maíz temprano y algodón, en sus particulares etapas fenológicas, ubicados en los departamentos del norte, reflejaron las distintas realidades de sus estados y las reacciones parciales que tuvieron ante las lluvias dispares de la segunda quincena del mes de enero y la primera semana de febrero del 2023, las que se caracterizaron siempre por su heterogeneidad e irregularidad, al igual que los totales de los montos acumulados, se añadió.

Tragedia

En tanto, prosiguen los informes sobre la cuantificación de las pérdidas originadas por la sequía, ahora atemperadas por las recientes lluvias.

Para la Sociedad Rural de Rosario (SRR), “este año, a la Argentina le faltarán aproximadamente entre 12 y 15.000 millones de dólares” y a la provincia de Santa Fe “se le restará 3000 millones de dólares”, como consecuencia del impacto de la prolongada sequía.

Pero más allá de esa situación, que los ruralistas vienen alertando, se suma una consecuencia social producto de los tres años de deterioro que sufrió la actividad productiva por este fenómeno: “La mitad de los productores perderán parte o todo su capital y la otra mitad, a lo sumo, recuperarán sus aportes de la campaña sin incluir amortizaciones de bienes afectados a la actividad”, según un comunicado de la entidad y declaraciones de José Julio Occhi, directivo de la entidad.