Una ley necesaria para la foresto industria

La Argentina tiene condiciones naturales excepcionales para el desarrollo de la foresto industria, con ventajas comparativas en lo forestal y un gran potencial exportador de productos de toda la cadena, como madera, muebles, celulosa, papel y bioproductos.

El sector foresto industrial podría atraer inversiones por US$6000 millones y duplicar el consumo actual de madera industrial, según se desprende de un análisis de la actividad realizada por la consultora internacional Afry con la cooperación técnica del BID y el Magyp, que fue presentado en las Jornadas organizadas por la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papapel (Afcp).

Cabe destacar que la madera que queda sin cosechar representa para el país dejar de vender por año 220 millones de dólares, lo que equivale a perder oportunidades en exportaciones, sustitución de importaciones y en el incremento de la mano de obra directa e indirecta.

Es que la Argentina tiene el potencial para ser un actor principal en el mercado global de productos forestales. El sector cuenta con las condiciones básicas requeridas para atraer y establecer industrias forestales. No existen muchos sitios que ofrezcan las condiciones básicas como en la Argentina en cuanto a logística: carreteras, transporte fluvial, ferrocarril (aunque requiere mejoras considerables); plantaciones forestales: existentes y potencial para desarrollar; puertos y salidas a mercados internacionales; servicios: mantenimiento, operaciones; recursos humanos y mano de obra capacitada; infraestructura básica: red eléctrica, comunicaciones; energía, entre otros.

La disponibilidad actual de los recursos forestales listos para su utilización comercial y sostenible es la mayor ventaja competitiva. Tradicionalmente, la Argentina ha sido un país con costos de la madera competitivos a escala global.

Considerando las condiciones de producción y crecimiento forestal, como principales ventajas competitivas del país, las biorrefinerías también se consideran como un destino lógico para inversiones avanzadas en el sector. Las biorrefinerías apuntan con la producción de celulosa a otros productos adicionales como biocombustibles, bioquímicos, polímeros y textiles. El modelo industrial de biorrefinería es un buen ejemplo de la economía circular. El sector forestal es una piedra angular en la bioeconomía y un importante contribuyente a la mitigación del cambio climático.

El país produce unas 800.000 toneladas de pasta por año mientras que Uruguay, que brindó condiciones de crecimiento a la foresto industria como la que no tenemos en el país y con mucho menos forestación, va a producir en poco tiempo cinco millones de toneladas anuales.

En función de las características del sector forestal y de las condiciones del mercado, la instalación de una fábrica integrada de celulosa Kraft sin blanquear y papel kraftliner es clave para el desarrollo del sector de mayor impacto, brindando resultados en el corto, mediano y largo plazo.

En nuestro Plan Estratégico 2030, que contempla toda la cadena de valor, elaborado junto con los actores clave del sector, fijamos como objetivo fomentar la producción de la industria de celulosa y papel revirtiendo el déficit comercial, asegurando el abastecimiento de papeles requeridos por sectores en crecimiento, pasando a ser un importante exportador de papel Kraft en la región, así como un nexo exportador de pasta de mercado al mundo. Para lograr este objetivo se requiere de un marco normativo adecuado, incluyendo la creación de una ley de promoción de grandes proyectos foresto-industriales que ponga al país en igualdad de condiciones con los países de la región.

Somos un sector con una cadena de valor con alto potencial de crecimiento por condiciones naturales, pero con dificultades estructurales. El desafío es generar las condiciones para atraer inversiones de alto valor, que potencien el desarrollo de las economías regionales, aumenten las exportaciones y mejoren la balanza comercial del sector.

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