
Argental adquirió una planta en Italia
La Pyme busca posicionarse en Europa
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GRANADERO BAIGORRIA, Santa Fe.- Argental puso un pie en Italia al adquirir una empresa radicada en Padova dedicada al desarrollo de nuevas tecnologías para equipos de pastelería que le permitirá fabricar nuevos productos.
Los directivos de Argental, empresa que hace máquinas para la elaboración de productos de panificación, realizaron gestiones durante más de un año ante la justicia italiana para comprar la quebrada empresa CIM. De esta forma fundaron Ambro y contrataron al personal especializado que había sido despedido.
La expansión significa la posibilidad de alcanzar un nivel de tecnología que se adapte a los mercados más exigentes, pero la producción de las unidades se seguirá haciendo en la planta santafecina de Granadero Baigorria.
"Intentamos aprovechar el soporte informático, los diseños y el área comercial que ya estaba instalada. Por el momento, son cuatro las personas que trabajan para nosotros en las áreas de desarrollo y comercial", explicó a LA NACION, el gerente general de Argental, Roberto Inza, tras agregar que apuntan a mejorar su posicionamiento en el mercado internacional.
La puesta en condiciones de la empresa italiana y el desarrollo de un nuevo sistema que elimina la prefermentación de la masa en el proceso de producción, entre otras innovaciones, demandó una inversión de US$ 700.000. "En una primera etapa nos concentraremos en Italia, Francia y España, donde ya teníamos representaciones, pero en una segunda instancia intentaremos explorar otros países como Alemania, Reino Unido y los países del este europeo", sostuvo el directivo.
Argental vende el 40% de la producción anual a diversos países de América, incluido Estados Unidos, la Unión Europea y a mercados no tradicionales como el Líbano.
Origen artesanal
Inza comentó que la especialidad de la empresa, la panadería artesanal, estaba en retroceso a partir de los 90. Esa situación hizo que la empresa se abriera al comercio exterior con una propuesta hacia el sector supermercadista, ya no como una posibilidad complementaria sino como una estrategia definida.
"Para llegar a esto teníamos que tener el producto y el desarrollo tecnológico. Creemos que nos llevará dos o tres años más tener la tecnología de punta para conquistar los mercados más exigentes. La compra de CIM nos ubicará junto a las mejores empresas del mundo", dijo.
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