La Argentina, guardián de los mares
Es el único país de América latina que cuenta con un organismo del Estado para tareas de control
La Argentina es el único país de América latina que cuenta con una organización dentro de su Estado. La Prefectura Naval- que trabaja activamente para incorporar y exigir el cumplimiento de la normativa internacional en materia de seguridad de la navegación. No sólo eso, también exporta sus conocimientos.
Todo barco de tercera bandera debe ser inspeccionado, y en este sentido se trabaja a escala latinoamericana con un memorandum de entendimiento, según el cual se acordó la inspección del 15% de embarcaciones extranjeras que arriban a los puertos de cada país. Para no entorpecer las operaciones, se trata de evitar que las supervisiones se reiteren sobre un mismo buque en un lapso de seis meses, excepto que se haya detectado deficiencias recientes, o se trate de embarcaciones que presenten un riesgo especial.
"La Argentina cumple con este papel de seguridad y también recibe permanentes visitas de pares de América latina para hacer cursos de capacitación. Otros países podrán decir que aprobaron y adoptaron la normativa vigente. Sin embargo, muchas veces no cuentan con la infraestructura necesaria para llevarlas a la práctica", dijo a La Nación el prefecto nacional naval Juan José Beltritti.
Metas para la región
El liderazgo argentino respecto de otras administraciones latinoamericanas también apunta a que la región elimine aquellos barcos que, al estar debajo de los estándares internacionales, representan un peligro para la navegación. Las observaciones pueden surgir de anomalías verificadas en la documentación del buque, o del mal funcionamiento de ciertos sistemas y equipos esenciales que puedan llevar un riesgo implícito para la navegación y la prevención de la contaminación.
El resultado de esta acción conjunta se refleja en las estadísticas contenidas en la Base de Datos del Centro de Información del Acuerdo Latinoamericano (Ciala). Durante el primer semestre de este año, se efectuaron en la región un total de 1484 supervisiones, y se hallaron 592 deficiencias. La mayor cantidad de anomalías se encontró en buques tipo carga seca a granel (65,45 por ciento) y petroleros (14,6 por ciento).
Las retenciones aumentan conforme lo hace la antigüedad del buque: los de 15/19 años, el 7,3%; entre 20/24 años, el 34,54%; mayores de 25 años, un 47,27 por ciento.
En la Zona Común de Espera de Rada La Plata, la Prefectura inspecciona los buques que comienzan a remontar los ríos Paraná y Uruguay. Si hay que repararlos, se los obliga a ingresar en puerto o a quedar fondeados. "Desde hace un año tenemos un barco retenido porque su estructura estaba seriamente comprometida", citó Beltritti.