"Nunca hay alguien que esté conforme"
La nueva titular de la Comisión Nacional de Comercio Exterior defendió la actuación del organismo
El día comienza para Elena Marcos de Di Vico y en su nueva oficina de Paseo Colón 275, la flamante presidenta de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE) se dispone al diálogo pausado, heredado tal vez de su paso por las provincias de Santa Fe y Córdoba.
El 2000 no será un año fácil en lo que hace a política exterior y a relaciones comerciales. Los últimas roces con Brasil en los sectores textil, del calzado, avícola y siderúrgico parecen pronosticarlo. Pero de Di Vico, que participó en el directorio de la Comisión desde sus inicios, en junio de 1994, y hasta mayo del último año, parece conocer el paño; dejó en claro que para conducir las investigaciones de daños a la industria nacional hay que entender de intereses.
"Nunca hay alguien que esté conforme. Si se saca una medida, la industria nacional dice que es poco y el importador también se queja y si no sale, la industria aduce que se siente desprotegida", expresó la funcionaria a La Nación , refiriéndose específicamente al sector siderúrgico.
-Muchos industriales se quejan porque el tiempo que se demora en estudiar un caso y dictar una medida es demasiado. ¿Habrá cambios en los plazos?
-Estamos analizando una modificación. Lo está haciendo la secretaria de Industria, Débora Giorgi, con nuestro apoyo y el de los sectores productivos, para reducir los plazos lo más posible cuidando siempre que se cumplan los requisitos que exige la legislación. No son estudios fáciles y hay muchos problemas de información por parte de las mismas empresas.
En esto hay tres etapas: la información a nivel empresa, la que deberían manejar las asociaciones empresarias y la información del Estado. Recién ahora estamos empezando a tener, no sé si muy buena, pero mejor que antes, la de los movimientos de importaciones de Aduana. Y no digo que sea excelente y en el tiempo ideal. El Estado podría tener información mucho más ágil de las empresas que existen en el país, de lo que producen...
¡Ojo!, que los mismos problemas que los empresarios argentinos tienen aquí con la competencia desleal los provocan aveces ellos cuando salen a un mercado extranjero!. De ahí que otra cosa que vamos a incorporar en la Comisión es el apoyo a los exportadores nacionales que son investigados en otros países. En realidad, no hay muchos casos: en este momento existe uno en Brasil por productos láctos, algunos casos siderúrgicos en Estados Unidos; uno de ellos ha fallado en favor hace poco, uno o dos en Chile y creo que nada más.
-¿Qué ocurrió con las negociaciones del acero laminado en frío?
-Todo el sector siderúrgico tiene intereses muy grandes, en la Argentina, en Brasil, en Estados Unidos...La industria local presentó una denuncia de dumping contra empresas brasileñas y rusas. Se siguió el procedimiento y se abrió la investigación. Hecho esto empiezan a intervenir además de los productores locales, los extranjeros y los importadores. Intervienen en la Comisión por tema de daño y en la Subsecretaría de Industria por el tema del valor, del margen de dumping. Pasado un plazo determinado que establece la reglamentación, ambas áreas se expiden con miras a ver si se colocan derechos provisorios que son los que rigen mientras continúa la investigación a efectos de preservar que no se aumente el daño durante la investigación.
En ese caso el directorio decidió que era conveniente continuar en el caso de Brasil con la investigación sin aplicar medidas porque había elementos que no estaban todavía muy claros. Con esa base, la industria local hizo una especie de apelación a la secretaria Giorgi solicitando que esta medida se completara: ellos consideraban que solo se analizó el daño y que se debía analizar también la amenaza de daño. En realidad, la intervención de Georgi fue exclusivamente decirle a la Comisión "Les giro estos antecedentes, ustedes resuelvan". Y se hizo un escándalo de novela.
Nunca hay alguien que esté conforme. Si se saca una medida, la industria nacional dice que es poco y el importador también se queja y si no sale, la industria aduce que se siente desprotegida. En el tema siderúrgico hay empresas muy grandes pero hay que permitir que las investigaciones vayan adelante y no magnificar acciones internas totalmente normales.
-¿Cuáles son los objetivos de la Comisión para este año?
-El primero es cumplimentar con las investigaciones que son bastantes. Desde diciembre se han presentado 12 pedidos de investigación, que es mucho, y hay entre 30 y 35 investigaciones en curso. Y ver cómo evoluciona este proceso de cambios en los plazos de investigación. Por otra parte, tratamos de mantener un programa de capacitación de la gente. Este año la restricción presupuestaría podría afectarnos bastante pero no la dejaríamos de hacer de una u otra manera.
Como plan adicional pensamos iniciar algunos estudios de competitividad empresaria y volver a realizar un plan de divulgación a nivel de cámaras y empresas de todos estos instrumentos. E incluso en el nivel universitario.
He visto utilizar dos latigillos muy comúnmente: las Pyme y la ida al interior. Yo no los utilizo como latigillos.
Una de las cosas que se están introduciendo en estos cambios es el facilitarle a las Pyme el acceso a este tipo de instrumento. Cuando digo facilitar no digo el facilismo; no porque sea una Pyme se va a abrir un caso porque sí pero sí brindarle el apoyo necesario y suficiente para que subsanen lo que por ser pequeñas y medianas empresas les faltan.
-¿Qué opina de la diversidad de organismos que se vinculan con el comercio exterior?
-Me parece muy bueno lo de la Comisión Interministerial de Comercio Internacional. Tiene que permitir acciones mucho más rápidas, con un mayor conocimiento de todas las aristas que tienen los problemas y la posibilidad de que los funcionarios estemos en conocimiento de qué se hace en todas las áreas del gobierno.