Con su modelo de negocios, Netflix se propone ganar terreno entre lectores de libros digitales

NUEVA YORK.- Netflix provee una cantidad casi interminable de shows de TV y de películas; Spotify hace lo mismo respecto de la música. Pague un pequeño monto mensual y obtenga tantos episodios o canciones como pueda manejar, mientras dure su suscripción. Es un modelo a la vez conveniente y disfrutable.

Y entonces por qué no agregar libros a la mezcla de suscripciones, ¿verdad? Es la apuesta que están haciendo varias compañías ofreciendo servicios de suscripción de libros electrónicos que le permiten pagar US$ 10 al mes o menos por acceso ilimitado a libros en su catálogo. Los oferentes más interesantes hasta ahora son Oyster, Scribd y el Kindle Unlimited de Amazon, que está disponible desde julio.

Suena atractivo a primera vista. El que lea dos o más libros al mes podría ahorrar un poco de dinero. Para los que leen mucho más el ahorro podría ser sustancial.

Pero hay una contra y es importante. Si bien los servicios ofrecen cientos de miles de libros, muchos libros más nuevos aún no están disponibles a través de estas suscripciones. Eso es debido a que los servicios no han podido concretar acuerdos con muchos de los principales editores, especialmente para libros nuevos. Por lo que a menos que usted sea un lector voraz al que no le importa que los libros sean más antiguos, probablemente quiera evitar sumar este gasto mensual.

El servicio de libros por suscripción más nuevo es Kindle Unlimited de Amazon. Cuesta US$ 10 al mes, da acceso a 600.000 libros. El elemento que distingue a Kindle Unlimited de los otros servicios es que funciona con los lectores Kindle de Amazon, incluyendo su popular dispositivo Paperwhite. Oyster y Scribd solo funcionan con aplicaciones para tabletas y teléfonos inteligentes que usan los sistemas operativos iOS y Android, lo que significa que casi con seguridad va a estar leyendo por largos periodos de una pantalla de tableta o teléfono con mucho brillo.

Kindle Unlimited también está disponible como parte de la aplicación Kindle para iOS, Android, Windows Phone y BlackBerry y puede usarse en una computadora PC o Macintosh. Pero la opción de usar el servicio con un lector electrónico dedicado realmente lo distingue.

Pero Kindle Unlimited se ve afectado principalmente por la mala relación de Amazon con los editores. Ninguna de las cinco grandes editoriales -HarperCollins, Penguin Random House, MacMillan, Hachette o Simon & Schuster- están abordo. Por lo que Kindle Unlimited no ofrece muchos libros populares.

Oyster es la más linda de las suscripciones de libros digitales, con una interfase mínima que presenta grandes imágenes de tapas y categorías promocionales como "Oscuro & Tormentoso", "Éxitos de Verano" y "Aprobados por Oprah".

Oyster, al igual que Scribd, tiene menos libros que Kindle Unlimited. Pero los dos servicios tienen la bendición digital de editores como Simon & Schuster y HarperCollins. El acuerdo con esos editores es por libros más antiguos de su fondo editorial y encontré series populares como "Guerras de los Roses", por Phillippa Gregory, y una linda colección de libros de Neil Gaiman.

En cuanto a Scribd, la inscripción es simple y se puede pagar desde la cuenta de iTunes. Scribd es US$ 1 al mes más barato que Unlimited y Oyster, y aunque tiene la menor cantidad de títulos hay menos sorpresas desagradables que con Oyster.

Y Scribd, que comenzó en realidad siendo un servicio para intercambiar documentos, aún permite a los usuarios cargar cualquier ensayo, libro, receta, presentación u otro tipo de escrito para distribución en su sitio. Eso le da una colección interesante de contenidos, como mapas o manuales de instrucciones o incluso presentaciones legales.

Las suscripciones de libros electrónicos parecen una evolución lógica en el mundo de los medios digitales a demanda. Pero el potencial pleno aún no se ha concretado.

Al fin de cuentas, los tres servicios dejan algo que desear. Si bien los consumidores pueden estar listos para las suscripciones de libros electrónicos, parece que los editores no lo están. Hasta entonces un Kindle, una suscripción a Amazon Prime y una ficha de socio de biblioteca siguen siendo las mejores alternativas para los consumidores.

Traducción de Gabriel Zadunaisky