Cristina y Redrado. La historia de una feroz pelea que ahora busca cerrarse

Se conocen hace décadas, trabajaron juntos y su pelea fue resonante. Ni el armado del Frente de Todos había resuelto ese distanciamiento. Porque Cristina Kircnher rearmó su relación con Alberto Fernández y lo eligió como compañero de fórmula, incorporó a Sergio Massa a su espacio, pero nunca había indultado a Martín Redrado, asesor del tigrense en los últimos años.

Una pelea por el uso de las reservas del Banco Central, mientras el economista presidía el organismo (2004-2010), y el enojo por sus testimonios en el marco de la causa por el dólar futuro, uno de los conflictos judiciales que involucró a la expresidenta en el juzgado de Claudio Bonadio, explican un frío distanciamiento que se descongeló en estos días y concluyó en un encuentro de reconciliación, según reveló el diario Clarin. "Fue una reunión constructiva y con mirada de futuro", confirmaron a LA NACION fuentes al tanto del encuentro.

Redrado asumió en el Banco Central en 2004, durante la presidencia de Néstor Kirchner, en reemplazo de Alfonso Prat-Gay, y un año después avaló la decisión del expresidente de cancelar anticipadamente la deuda del país con el FMI. En una decisión similar a las adoptadas por otros países en aquellos años, el santacruceño apeló a divisas del BCRA para pagarle cerca de US$9800 millones al organismo multilateral.

Un escenario inverso generó el primer conflicto entre Redrado y Cristina Kirchner. Fue cinco años después, cuando la entonces presidenta intentó replicar el esquema y utilizar US$6569 millones de las reservas que custodiaba Redrado para armar el Fondo del Bicentenario, que se utilizaría para el pago de deuda externa.

Esa vez, el economista que presidió la Comisión Nacional de Valores (1991-1994) rechazó la iniciativa y resistió la salida de dólares de la bóveda del Banco Central. Enfurecida, la entonces presidenta firmó en enero de 2010 un DNU que disponía la destitución de Redrado por "incurrir en mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público". "Fue una decisión necesaria para que el Banco Central funcione de manera normal", dijo en ese entonces Cristina.

La disputa no terminó ahí. Mientras constitucionalistas cuestionaban la validez legal de esa norma, que además de Cristina Kirchner fue firmada por todos los miembros del gabinete, Redrado se afirmó en su sillón de Reconquista 266 y fue a la Justicia cuestionando la decisión del Poder Ejecutivo.

Mientras entidades como ADEBA, que en ese entonces tenía como presidente a Jorge Brito (Banco Macro), le pedían que aceptara su salida a fin de "contribuir a la estabilidad", una jueza dictó una cautelar que suspendía los efectos del DNU y mantenía a Redrado en su cargo. El conflicto judicial se extendió por un mes en el caluroso verano de 2010, hasta que, tras un fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que avalaba el uso de reservas, Redrado renunció.

El Gobierno, en ese momento, rechazó esa renuncia, que luego fue convalidada por una comisión bicameral en el Congreso. Mientras Mercedes Marcó del Pont asumía al frente del Banco Central, Redrado se convertía en una figura adversaria del kirchnerismo.

Luego de aquel episodio, el economista de Fundación Capital fue consultor y se acercó a los equipos de Sergio Massa, también enfrentado con el Gobierno. Pero la tensión con la expresidenta se profundizó cuando el fallecido juez Claudio Bonadio imputó a Cristina Kirchner y parte de su gabinete económico en la causa del dólar futuro, que cuestionaba las operatorias del BCRA durante la gestión de Alejandro Vanoli.

En ese proceso, Bonadio convocó a Redrado como perito técnico y el economista dio su visión en la que atribuyó responsabilidad a la expresidenta en la gestión. "Quien estaba a cargo del Central (Alejandro Vanoli) y la presidenta sabían que se vendía algo que no tenían. Hipotecaban así el futuro y perjudicaban las arcas públicas. Ahora, todos los argentinos tenemos que pagar la cuenta", planteó en declaraciones radiales, en febrero de 2016.

"La pregunta que debemos dilucidar es qué sabía la expresidenta, cuándo lo supo y si dio instrucciones precisas. Cristina Fernández utilizó las reservas, sobre todo a partir de 2010 en adelante, como si fuera su chequera. El Banco Central parecía que era su cuenta corriente propia", abundó el economista, remitiendo al episodio que había encendido su conflicto.

Ese conflicto, además, condicionó al actual gabinete. Pese a que Redrado tenía contacto con Alberto Fernández desde que ambos compartían espacio bajo el paraguas del Frente Renovador, el economista nunca pasó de la categoría rumor para ser parte del equipo del actual Gobierno, por el veto de la actual vicepresidenta. Un año después de las elecciones, la llegada del verano empieza a derretir ese hielo.