La industria y la construcción se estabilizan por la baja de tasas y el dólar calmo
Tanto la industria como la construcción –dos motores de la actividad económica– mostraron en enero que todavía están en peor estado que hace un año atrás. Sin embargo, aún desde ese nivel muy bajo, la quietud del tipo de cambio y la baja de tasas (que hoy se profundizó), empiezan a mostrar algunas esperanzas, heterogéneas y todavía no confirmadas, de estabilización.
El Índice de Producción Industrial (IPI) mostró una avance mensual desestacionalizado de 1,5%. En tanto, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) mejoró 0,4% en el mes. Ambos mostraron caídas interanuales, de 0,1% y 13,5%, respectivamente. Este último dato sorprendió a los analistas, ya que los niveles de la actividad ya eran bajos.
"Partiendo de valores muy bajos se está empezando a marcar un cambio de tendencia como resultado de la estabilización de la economía y la desaceleración de la inflación, la baja de tasas y el regreso incipiente del financiamiento", indicaron a LA NACION desde el ministerio de Desarrollo Productivo.
La construcción mostró fuertes caídas en la producción de insumos. Entre ellos, el que más cayó fue el asfalto (-63,6%), un indicador del freno abrupto en la obra pública (vialidad), producto del ajuste que impulsó el gobierno de Cambiemos y que continuó la nueva administración. También cayeron los despachos de cemento portland (-14,7%) y el hormigón elaborado (-43,1%).
Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, 53,6% opinó que el nivel de la actividad disminuirá durante el período de febrero a abril de 2020.
La superficie autorizada por los permisos de edificación, un indicador de la pata privada de la actividad, mostró un repunte interanual de 7,5%, una fuerte desaceleración frente a las significativas alzas previas al cambio de gobierno: noviembre (+26,5%) y diciembre (+49,4%).
"El 60,9% de las empresas que realizan obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que 32,6% estimó que disminuirá", señaló la encuesta cualitativa que hace el Indec.
"La incertidumbre en el mercado afectó el inicio y la continuidad de las obras privadas, ya que las dificultades financieras y la falta de ventas afectan el fondeo de los proyectos", afirmó en un comunicado la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco). "Dentro del ámbito de construcción privada hay una parálisis en las inversiones industriales ante la falta de horizonte claro y restricciones cambiarias y para la remisión de utilidades al exterior", dijo.
Camarco reclamó al Gobierno medidas para la reactivación del sector, entre ellas, la ampliación a toda empresa constructora de los regímenes fiscales y previsionales de excepción (suspensión sanción y punitorios; crédito para capital de trabajo); el establecimiento de una línea de descuento de certificados de obra pública; la emisión de una boleta de deuda por cada crédito que no pueda ser cancelado de inmediato; la neutralización de los contratos sin multas ni sanciones y la reformulación de los mismos para la parte de obra pendiente de ejecución; además del pago de todo crédito a favor del contratista.
Además, entre las estructurales, pidieron incentivo fiscal para nuevas viviendas de sectores medios; un proyecto de ley que establezca que los créditos hipotecarios se actualicen por CVS para el tomador del crédito y la puesta en marcha de un plan de construcción de viviendas sociales a través de los institutos de Vivienda Provincial (IPV).
"La caída de 7,9% del mes de diciembre fue muy significativa y llevó a la construcción al valor de actividad más bajo de los últimos cuatro años. Por lo que la expansión de 0,4% de enero deja atrás al mínimo de actividad alcanzado a finales del año pasado", indicaron los economistas del Iaraf, Nadin Argañaraz y Bruno Panighel.
"Tanto la industria como la construcción se verán favorecidos por la baja de la tasa de interés y la estabilidad cambiaria. Es posible que la construcción, en particular, muestre un rebote considerable en los primeros meses, dada la caída de ocho puntos de diciembre. El Gobierno apuesta al consumo y al mercado domestico. Estos dos sectores deberían dinamizarse si las condiciones se mantienen", agregaron los especialistas.
"La actividad de la construcción no logra repuntar y mostró la caída anual más fuerte de los últimos doce meses", afirmó la economista de LCG Julia Segoviano en un informe. "Si se considera que la base de comparación ya era muy baja, el dato es alarmante, sobre todo al tener en cuenta que es un sector mano de obra intensivo y que en momentos de crecimiento es uno de los que más tracciona el empleo", agregó la especialista, que dijo que con este resultado, la construcción se ubica en niveles mínimos en los últimos ocho años.
"El sector industrial viene de ubicarse, en septiembre, en su mínimo de actividad de los últimos cuatro años y comienza a alejarse tras cuatro meses ligeramente positivos", estimaron Argañaraz y Panighel, quienes remarcaron que esa mejora es heterogénea. Los expertos destacan la performance en Alimentos (+4%) y el de la Industria del Petroleo, Química y Plásticos (+2%). Los textiles siguieron cayendo.
Los consultores privados ya había adelantado la tendencia en la industria. El IPI-OJF (que elabora la consultora de Orlando Ferreres) de enero mostraba que la producción industrial registró una contracción interanual de 1,9%. En tanto, la medición desestacionalizada registró una suba mensual de 1,6%, según ese dato.
"Hay que destacar que los primeros meses del año suelen verse afectados por paradas de planta vinculadas a recesos vacacionales y mejoras de procesos productivos, afectando el normal funcionamiento de algunos sectores y dificultando el análisis", dijo el informe de esa consultora. "Además del carácter preliminar de algunos datos, es por ese motivo que el repunte mensual de la actividad industrial verificado en enero debe tomarse con cautela", agregó.