Desvinculación en la gestión de Marta Harff
El presidente de Marta Harff SA y representante en la Argentina del accionista principal, Alejandro Ramallo, aclaró ayer que la fundadora de la compañía que lleva su nombre se desvinculó del management de la firma en diciembre del año último.
Por un error, LA NACION había señalado, en una nota publicada ayer, que Harff conservaba el control de gestión de la empresa, que en 1999 fue adquirida en un 80% por el fondo de inversión norteamericano Trust Company of West (TCW) y que anteayer presentó su concurso de acreedores.
La compañía Marta Harff fue fundada en 1987 y tuvo un importante crecimiento en los años siguientes, al punto de llegar a contar con 27 locales propios y 18 franquicias. Su facturación anual llegó a los $ 10 millones.
Dedicada a la venta de jabones, champús, sales de baño y otros artículos de tocador, la empresa arrastra una deuda de $ 2 millones.
En el último año, sus ventas cayeron un 30%, y de esa forma la facturación no alcanzó los $ 7 millones. Sólo en este mes, y estableciendo la comparación con diciembre de 2000, la caída de lo facturado alcanzó el 40 por ciento.
En un diálogo con LA NACION, el gerente general, Marcos Efron, había admitido que el quiebre de las actividades de la empresa comenzó el año pasado. "La recesión nos impidió recaudar y la situación se fue complicando en todos los frentes", explicó el directivo.
Personal
Marta Harff tiene 160 empleados y, por el momento, no se ha tomado la decisión de ningún despido, aunque se le debe el aguinaldo a todo el personal. La reconocida marca es uno de los símbolos de los emprendedores argentinos. En sus comienzos, la empresa vendía jabones con formas y aromas de frutas; luego se fue incorporando la gran variedad de productos que puede encontrarse en los locales.