Hernán Lacunza dijo que el tipo de cambio es ahora competitivo y buscará mantenerlo
El ministro y Sandleris afirmaron que el dólar está "por encima de su valor de equilibrio"; el reemplazante de Dujovne en Hacienda aseguró que se cumplirá la meta fiscal del FMI
Con lineamientos generales sobre su programa, pero sin medidas concretas, Hernán Lacunza asumió ayer como ministro de Hacienda, en lugar de Nicolás Dujovne. En su primera presentación pública, afirmó que el dólar cotiza a valores competitivos con relación a los fundamentos de la economía, reafirmó el acuerdo con el Fondo (FMI) y sus metas fiscales, y convocó a los equipos económicos de la oposición para construir consensos y calmar los mercados.
Antes de la apertura de las operaciones, el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, coincidió con Lacunza: "Con el reacomodamiento de los últimos días, el tipo de cambio pareciera ser consistente con el actual escenario. Hay un amplio consenso de que el tipo de cambio es ahora muy competitivo", dijo.
"Tengo un mandato central, no excluyente, pero a lo que se subordina todo lo demás: garantizar la estabilidad del tipo de cambio en el proceso electoral", afirmó Lacunza. El dólar cerró en baja, igual que el riesgo país. No fue el único en intentar ofrecer garantías sobre el precio de la divisa. "El dólar se va a quedar donde está", afirmó el presidente Mauricio Macri en declaraciones al diario Clarín.
En el microcine de Hacienda, Lacunza dijo que el dólar está "largamente por encima de su valor de equilibrio" y que se utilizarán todas las herramientas para que "no abandone el rango de precios de la semana pasada". Reconoció que se "perdió referencia nominal para establecer precios" y agregó: "Estabilizar el tipo de cambio es lo mejor que podemos hacer para cuidar los ingresos de los que menos tienen y las clases medias, teniendo en cuenta la inflación asociada" a la suba del dólar de la semana pasada.
"No hace falta un tipo de cambio más alto. Una nueva presión alcista no responde a fundamentos reales y es nocivo para el real funcionamiento de la economía y genera presiones inflacionarias". Dijo que la inflación subió un escalón desde este mes. Estimó que las medidas de la semana pasada tendrían un costo fiscal de $59.986 millones, que serán cubiertos con más recaudación fiscal, esperada gracias a la mayor inflación ($54.841 millones).
El ministro aseguró además que cumplirá con las metas fiscales acordadas con el FMI, cuya quinta auditoría se realizará en los próximos días. Lacunza dijo que anteayer ya había mantenido contactos con representantes del organismo. Informó además que el Tesoro había logrado un superávit fiscal de $4293 millones en julio pasado. "Garantizaremos las pautas fiscales acordadas con el FMI", reafirmó el ministro, que anticipó que este mes también habría números positivos en el frente fiscal.
Además, el ministro de Hacienda reconoció que los mercados comenzaron ya a funcionar sobre la base de expectativas futuras y que, en ese camino, miran muy de cerca lo que dice la oposición. Nombró al Frente de Todos, pero no a Alberto Fernández. "Hernán Lacunza es un buen economista, un buen funcionario, pero no sé qué puede hacer en este contexto. Si lo podemos ayudar, lo vamos a ayudar, porque si se equivoca sufren los argentinos", dijo Fernández a Radio 10. Su equipo visitaría a Lacunza esta tarde.
"Hay que preservar la estabilidad como un bien superior. No es una excusa para poner en jaque el bienestar de la gente", afirmó Lacunza sobre la campaña electoral. Anunció que en los próximos días llamará a los referentes de todos los espacios y los convocará para establecer consenso sobre la economía. Ayer, el primero en contestar fue Roberto Lavagna por Twitter. Su hijo Marco se reunió con el equipo de Lacunza por la tarde. "Coincidimos en que la estabilidad es un objetivo superior para llevarles tranquilidad a las familias argentinas", contaron en Hacienda, y agregaron que se compartió la necesidad de "bajar la volatilidad".
Lacunza describió la actual situación económica del país como "compleja" y admitió que el proceso electoral no es indiferente a lo que pasa en los mercados. "Lo que más nos preocupa, sin embargo, es el bienestar de la población", agregó el funcionario, que agradeció al Presidente por su designación y a María Eugenia Vidal por sus casi cuatro años en la provincia. "Lo importante es que en el punto de partida [del próximo gobierno] se disponga de una plataforma robusta para poder recuperar el crecimiento", dijo el ministro.
Lo acompañaba Sebastián Katz, su viceministro desde ayer. "Es el economista más talentoso de nuestra generación", lo elogió Lacunza al presentarlo. Además estuvieron Milagros Gismondi, jefa de Gabinete de Asesores; Hugo Medina, secretario legal y administrativo, y los ya conocidos y heredados Rodrigo Pena (Hacienda), Santiago Bausili (Finanzas) y Gustavo Lopetegui (Energía).
Lacunza aprovechó para presentar los números fiscales del mes. En julio se registró un superávit primario de $4293 millones y un resultado financiero negativo (por los intereses de la deuda) de -77.867 millones. En los primeros siete meses, el superávit primario fue de $34.514 millones, un 0,2% del PBI, mientras que el resultado financiero fue negativo en 365.069 millones (1,7% del producto). Para fin de año, se espera un déficit primario de 0,5% (Dujovne esperaba uno de 0,3%), lo que implica el cumplimiento de la meta con el FMI teniendo en cuenta los ajustadores. El ministro concluyó describiendo las causas de la crisis como un cóctel de herencia, errores propios y mala suerte.
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