Dictan la conciliación obligatoria para evitar el paro de aeronavegantes anunciado para viernes y lunes

Las discusiones paritarias del sector aeronáutico empiezan a tomar temperatura y el Gobierno está convencido de evitar conflictos gremiales con todas las herramientas que tenga a su alcance. Por eso, se utilizó nuevamente el recurso de la conciliación obligatoria para los seis sindicatos de Aerolíneas Argentinas y garantiza tranquilidad para el fin de semana previo al feriado del 2 de abril.

En esta oportunidad, el conflicto surgió porque los sindicatos reclamaron una recomposición salarial a la empresa y anunciaron medidas de fuerza para mañana y el lunes. Automáticamente, el Gobierno reaccionó para evitar problemas con los vuelos y dictó la conciliación obligatoria, la carta que le asegura 15 días de calma.

La medida lleva la firma del Secretario de Trabajo y empezará a regir a partir de esta medianoche con una posibilidad de prórroga por cinco días hábiles más. Esto implica que las negociaciones paritarias con la compañía continuarán sin conflicto hasta prácticamente fines de abril.

Este recurso ya fue utilizado anteriormente en repetidas ocasiones por parte del Gobierno dentro del sector, por ejemplo, por el conflicto por la resolución de la ANAC que modificaba las categorías para las revalidas de los pilotos extranjeros.

Ayer, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), gremio donde se agrupan los tripulantes de cabina, anunció un cese total de actividades en Aerolíneas y Austral para el lunes 1° de abril a partir de las 0:00. En tanto, el grupo de "sindicatos aeronáuticos unidos", integrados por la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Unión Personal Superior Aeronáutico (UPSA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), anunciaron estar en "estado de alerta y movilización sobre la actividad".

Aerolíneas Argentinas cerró en enero un acuerdo paritario con los sindicatos aeronáuticos que contemplaba un bono entre $5000 y $32.000 para diciembre (variable según cargos y jerarquías) y un ajuste del 14,3% entre enero y marzo. Ahora los gremios reclaman porque buscan una recomposición salarial por los meses que pasaron y una cláusula gatillo para el próximo acuerdo.