El hotel Park Hyatt cambia de nombre
Lo compró la corporación norteamericana Rosewood; en Buenos Aires dijeron desconocer la operación
lanacionarEl grupo Pharaon abandonará sus negocios hoteleros de la Argentina, Uruguay y Chile a partir de mayo próximo, cuando cederá la operatoria de sus hoteles Park Hyatt de Buenos Aires y Santiago, y del complejo Madison Resort, de Carmelo.
El Hyatt porteño y el lujoso establecimiento de la vecina ciudad uruguaya pasarán a manos del operador norteamericano Rosewood Hotels & Resorts, que de este modo hará pie por primera vez en la región. La propiedad del Hyatt chileno, en tanto, será transferida a la casa central de la cadena, en los Estados Unidos, que se hará cargo de su control directo.
El gerente general del Park Hyatt Buenos Aires, Andreas Nauheimer, dijo no estar al tanto de la venta y negó que ésta se haya producido: "Yo lo desconozco -dijo ante una consulta de La Nación -, debería haber sido la primera persona en enterarme", razonó. Aunque admitió haber escuchado rumores que atribuyó a la competencia.
Con la llegada de Rosewood, un reconocido operador de hoteles de lujo, el Hyatt de la calle Posadas dejará de llamarse de ese modo. La transacción fue confirmada a La Nación por tres fuentes distintas del mercado turístico local, una de ellas vinculada directamente con la operación.
Los hoteles que acaban de ser vendidos, por un monto que no trascendió, son propiedad del millonario saudita Gaith Pharaon y de su hijo Laith.
Problemas legales
Pharaon realiza negocios en la Argentina desde 1988, cuando radicó una filial de su Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), y desde entonces ha sido involucrado en presuntas maniobras de lavado de dinero, aunque la Justicia no ha podido probarlo. La causa la instruye la jueza federal María Servini de Cubría. La casa central del BCCI, en Londres, quebró en 1991, tres años después de que fueran clausuradas sus sedes norteamericanas de Tampa y Nueva York.
Según fuentes cercanas al financista, los problemas legales del empresario en los Estados Unidos habrían sido el detonante para la decisión de abandonar sus negocios en la Argentina. En ese país fue condenado por evasión al fisco (no por lavado de dinero) y afrontaría las fuertes penalidades económicas que le fueron impuestas con el dinero obtenido por la venta de sus propiedades en América latina, según información surgida en su entorno.
La única actividad que seguirá manteniendo en el nivel local, tras abandonar la industria de la hospitalidad, sería la explotación de sus plantaciones de jojoba, en Salta.
El Park Hyatt de Buenos Aires se inauguró en abril de 1992, con una inversión de 42 millones de dólares. En la actualidad es uno de los cinco estrellas con mayor índice de ocupación y tiene una de las tarifas por habitación más altas del mercado.
El apellido Pharaon retornó a los medios de comunicación en octubre de 1999, cuando se anunció la apertura del espléndido Madison, Golf &Spa Resort, en Carmelo -Uruguay-, una plaza sin desarrollo turístico.
Este complejo de lujo, que requirió US$30 millones, tiene 20 bungalows y 24 suites, con decorados y mobiliarios importados desde Asia.
Sus máximos atractivos, además de su paradisíaco entorno natural, son su cancha de golf y su spa para tratamientos de relax. Cuando se inauguró, la opción más económica para pasar la noche costaba 390 dólares. La más cara, 590.
En aquella oportunidad, Laith Pharaon manifestó a La Nación que sus negocios en América latina le reportaban al grupo una facturación anual de 60 millones de dólares.
Los Pharaon son dueños de los inmuebles en los que funcionan los Hyatt de Buenos Aires y Santiago, y la cadena se encarga de proveerles el management y la marca, mediante un acuerdo por 20 años, según Nauheimer.
La casa central de Hyatt también tiene inversiones directas en el país, en sociedad de partes iguales con el empresario Samuel Liberman. En junio próximo inaugurarán un hotel- casino en Mendoza, y además comparten intereses en establecimientos de San Pablo, Brasil, y Panamá.
Hyatt habría decidido tomar el control del inmueble de Chile para generar una acción sinérgica con su propiedad mendocina.
La corporación Rosewood se haría cargo del Park Hyatt local el 2 de mayo. Por lo pronto, algunos de sus ejecutivos ya visitan con regularidad la oficina de Leith Pharaon, en la calle Cerrito.
Rosewood, a todo lujo
La corporación Rosewood, que se hará cargo en mayo próximo del Park Hyatt, de Buenos Aires, y del Madison Resort, de Carmelo, se especializa en la operación de establecimientos de máximo lujo y tiene base en Dallas, Texas, donde es dueña del hotel The Mansion on Turtle Creek, que está considerado entre los mejores del mundo.
En su portafolio de establecimientos también se encuentran The Dharmawangsa (Jakarta, Indonesia), The Bristol (Panamá), The Laneborough (Londres), Crescent Court (Dallas), Añ Khozama y Al Faisaliab (Riyadh, Arabia Saudita) y Seiyo Gainza (Tokio).
Algunos de sus resorts en zonas de playas son Cancel Bay, Little Dix Bay y Martineau Bay, en islas Vírgenes; Las Ventanas al Paraíso, en Los Cabos, México, y Carenage Bay, en West Indies. Los propietarios de Rosewood buscan establecerse en ciudades con potencial para el desarrollo de negocios empresarios y en paraísos naturales frecuentados por visitantes de alto poder económico.
La cadena se distingue por la belleza arquitectónica de sus establecimientos y por la refinada categoría gastronómica de sus restaurantes. Fue creada creada en 1979 y su presidente actual es Jim Brown.
En el plan de expansión de la compañía figuran el inmediato inicio de operaciones en Puerto Rico, las Antillas, Líbano y Omán.
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