Financiación. El leasing se afirma en el mercado argentino

En 2005, se cerraron operaciones por 1050 millones de pesos

18 de Junio de 2006

La opinión de los expertos es unánime: después de una crisis económica, la experiencia mundial indica que el primer instrumento financiero de crédito que se reactiva es el leasing . Y la Argentina no resulta la excepción. La recuperación del sector quedó plasmada en el balance de 2005, año que cerró con 5600 operaciones de leasing por $ 1050 millones, por lo que duplicó los resultados de 2004.

Fernando Jorge, presidente de la Asociación de Leasing de la Argentina y gerente de Leasing y Productos Estructurados del Banco Río, sostiene: "El crecimiento del PBI más la situación económica favorable para el desarrollo de inversiones hacen del leasing una de las herramientas ideales para el acceso a bienes de capital".

Cuando se refiere a las ventajas del sistema, destaca: "Además de financiar el ciento por ciento del valor de la operación, con plazos más largos que los tradicionales, al pagar la primera cuota el tomador ya dispone del bien. Esto le da mayor disponibilidad de capital de trabajo y no le genera pasivos en el balance".

El leasing también tiene ventajas impositivas que se traducen en beneficio económico para el empresario: el importe del canon es deducible del impuesto a las ganancias, y el IVA se financia sin costo a lo largo del plazo del contrato y se amortiza en forma proporcional al importe del canon.

Sergio Calderón, gerente general de The Capita Corporation de Argentina, empresa que a mediados de 2004 fue comprada por el Banco Comafi, afirma: "El leasing fue el instrumento financiero que mejor soportó la crisis de 2002. El nivel de incobrables que tuvimos fue increíblemente más bajo del que nosotros mismos preveíamos".

Proyecciones

Con el negocio en desarrollo -gracias al cual en 2005 cerraron operaciones por $ 130 millones- y frente a una tendencia más que positiva, Calderón afirma que están apostando a un plazo de cinco años, que en la Argentina no es corto plazo. "Si bien, en promedio, las operaciones que manejamos son del orden de los 36 meses, nuestra oferta de leasing en algunos casos llega a 60 meses, básicamente cuando se trata de maquinaria de muy alto valor, de varios millones de dólares".

Pablo Borakievich, gerente de Leasing del Banco Francés, comenta: "Después de la crisis, el banco relanzó este negocio en febrero de 2004 y ese año facturamos $ 69 millones. Pero la operatoria fuerte la tuvieron en 2005, con 700 contratos cerrados por $ 105 millones y un promedio por operación del orden de los $ 250.000".

Y agrega: "Tenemos una cartera con una concentración del 57% en rodados, entre los que se incluyen camiones, flotas de utilitarios y automóviles para empresas, y un 24% en equipamiento agroindustrial".

Otro de los líderes del sector es Banco Galicia, que el año último terminó con 1140 contratos por algo más de $ 132 millones, lo que significó un crecimiento del 30% respecto de 2004. Con fuerte penetración en el sector agroindustrial, concretaron operaciones que van desde PC hasta plantas de silos, con financiación desde 19 meses hasta 120 meses.

Para este año, la proyección del banco es crecer el 40% sobre 2005. En lo que va de 2006, aseguran que ya cerraron 620 contratos por $ 82 millones, de los cuales el 70% se concretó con pymes y el resto en el sector agropecuario, con un promedio por operación de $ 140.000.

Si se pone la lupa en los sectores a los que llega el Galicia con esta herramienta financiera, se observa la gran influencia que tiene en el sector agroindustrial, que acapara el 60% de los negocios de leasing del banco, mientras que el 40% restante está diseminado entres pequeñas y medianas empresas de otras áreas de la economía.

Cuando Fernando Jorge hace el balance de lo ocurrido en Banco Río, afirma que cerraron 2005 con unos 1000 contratos de leasing por una cifra cercana a los $ 170 millones, lo que significa un promedio de $ 170.000 por operación, de los cuales más del 90% fueron destinados a pymes. "Un tercio de la operatoria tuvo como destinatarios a las empresas industriales, otro tanto se colocó en el agro y el resto se distribuyó entre logística y construcción", agregó.

Negocio atomizado

Al referirse a la proyección para este año, asegura que tienen objetivos de crecimiento del orden del 50%. "El banco está fuertemente orientado al segmento de pymes, que sumado a la apertura de más sucursales este año permitirá aumentar la cartera de clientes."

De cara al futuro, Sergio Calderón comenta que espera cerrar con un 60% más de negocios que 2005. "Concretamente, pensamos alcanzar $ 200 millones en contratos. Hay que aclarar que se trata de un negocio atomizado, ya que el promedio de operaciones ronda los $ 200.000, y en su gran mayoría corresponden a pequeñas y medianas empresas, que hoy por hoy mueven el 75% del negocio del leasing en el país."

Calderón agrega que los próximos años serán importantes para el desarrollo de esta herramienta financiera en tanto y en cuanto las condiciones macro de la economía se mantengan como hasta ahora. "No descarto la aparición de nuevos jugadores: básicamente, bancos que comenzarán a ofrecerlo a sus clientes como un producto más de su cartera."

Para Pablo Borakievich las perspectivas también son positivas: "Venimos de un mes de abril récord en volumen de operaciones y algo parecido pasó en mayo, en que en los primeros días del mes cerramos contratos por encima de los $ 18 millones. Esto nos marca una tendencia que podremos terminar el año con un 50% más de operaciones que en 2005".

"Lo curioso de este crecimiento que proyectamos -añade- es que está exclusivamente focalizado en pequeñas y medianas empresas, donde hoy tenemos concentrada el 89% de nuestra cartera de clientes de leasing ."

Borakievich explica, además, que las bondades del producto hacen que lentamente el leasing se esté trasladando a nuevos sectores de la economía, como, por ejemplo, la industria de servicios petroleros o de manufactura, que requieren inversión permanente. También están comenzando a crecer las operaciones inmobiliarias vinculadas a empresas.

Por Norberto Malatesta <br/> Para LA NACION

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