Emitirán letras por US$ 4000 millones para cerrar el año
Deben recaudar US$ 35.000 millones en todo 2016; habrá además bonos en pesos, y dinero de organismos y del BCRA
En el déficit fiscal probablemente esté la génesis de todos los problemas que tiene por delante el equipo económico. Pero con la emisión de bonos de ayer y la cancelación de la deuda con los holdouts, pasado mañana, el Gobierno despejó el principal obstáculo que tenía para cerrar su plan financiero de este año. Un plan que incluye la necesidad de solventar nada menos que US$ 35.000 millones.
Si bien los detalles se darán a conocer la semana próxima, según dijo el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, en las charlas que los miembros del equipo económico fueron teniendo con inversores privados se fueron revelando los principales lineamientos de cómo piensan cubrir las necesidades financieras del año.
Fuentes al tanto de los números confirmaron a LA NACION que el Tesoro deberá conseguir en 2016 un total de US$ 35.000 millones, sin contar los casi US$ 10.000 millones que forman parte de lo que se recaudó con la megaemisión de bonos de anteayer y que se usarán para pagarles pasado mañana a los holdouts.
"Los vencimientos en moneda extranjera son alrededor de US$ 4000 millones, si no se consideran los vencimientos con organismos multilaterales, que son fácilmente renovables, o el préstamo del Banco Central con China", dice Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.
"Mientras que muchos de los vencimientos en moneda nacional son intrasector público, como con la Anses y con el Banco Central. Pero hay unos 10.000 millones de dólares de vencimientos de capital e intereses que no se puede renovar automáticamente, y después de eso hay que financiar el déficit fiscal. Cada punto del producto bruto de déficit son como 5000 millones de dólares, que hay que conseguir", detalla el economista.
Con la colocación de deuda de esta semana, el Gobierno ya tacha unos US$ 6000 millones (lo que le resta después de pagar los bonos en default). Pero le restan US$ 29.000 millones que tendrá que financiar con el Banco Central, con la colocación de deuda en el mercado interno y con la asistencia de organismos multilaterales de crédito, entre otras herramientas.
"Con la emisión de deuda de esta semana, el Gobierno cubre todo lo que necesita en moneda extranjera, cosa que no es menor, porque así el programa está prácticamente cerrado. Sólo queda lo que es en moneda local, que es básicamente el déficit fiscal", dice Ramiro Castiñeira, director de Econométrica.
En Hacienda prevén que unos US$ 7000 millones se pueden conseguir entre inversores locales. De ese total, unos US$ 4000 millones surgirían de la colocación de una letra en dólares, a menos de un año de plazo, que ya está en las gateras. El instrumento busca tentar con un rendimiento atractivo en el corto plazo a todos aquellos que tienen dólares billete en el colchón, y al mismo tiempo a aquellos que tienen pesos y que buscan una inversión en moneda dura. De ahí que el Banco Central (BCRA) liberara el viernes pasado los límites para la compra de moneda extranjera por parte de residentes locales -es de US$ 2 millones por mes- siempre que tenga como destino la suscripción de deuda soberana.
A través de la emisión de bonos en pesos, los Bonar, el Tesoro ya aspiró en el mercado interno en lo que va del año otros $ 27.300 millones, y se descuenta que seguirá con nuevas colocaciones periódicas hasta alcanzar, como máximo, un total de 80.000 millones, por lo que las colocaciones en pesos terminarían sumándoles a las arcas del Tesoro aproximadamente US$ 3600 millones adicionales.
"Con que sólo una parte de los 400.000 millones de pesos que hay en Lebac (por las Letras del Banco Central) financien al Tesoro no va a haber problemas en que se desfinancie el crédito al sector privado (crowding out, en la jerga). Hay más pesos que los que se necesitan", opina Castiñeira.
Prat-Gay, por su parte, confirmó ayer que el Tesoro tomará del Central hasta $ 160.000 millones (lo que equivale a poco más de US$ 10.600 millones) a lo largo de todo 2016. "Es menos de lo que se usaba antes en términos nominales, pero sobre todo en términos relativos. Es consecuente con la meta de inflación del 25%", dijo, en la conferencia de prensa que dio ayer a la mañana junto con el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Hasta abril, el BCRA viene financiando al Tesoro con $ 23.000 millones, según datos del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur). Para la misma época del año pasado, el Tesoro había recibido $ 11.231 millones.
Otra ayuda del exterior
También para cerrar su plan financiero de este año, el Gobierno espera un crecimiento en los aportes de organismos multilaterales de crédito. Según dijo a LA NACION una fuente que conoce de cerca su funcionamiento, "hay un claro interés en apoyar a la Argentina y la gestión actual".
Prat-Gay anticipó ayer que con la mejora en la calificación de la deuda del país, entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tendrán más disponibilidad de fondos para prestar, ya que se les libera capital que estaba previsionado. "Al BID se le liberan US$ 2000 millones de capital, lo que significa que podría dar préstamos adicionales por US$ 10.000 millones. De esos 10.000 millones que se le liberan al BID a lo mejor US$ 1500 millones vienen para nosotros", deslizó Prat-Gay. Así, confiaron las fuentes, en el plan financiero se estarían contemplando aportes de organismos por entre 2500 millones y 3000 millones de dólares.
"Este año parece que el déficit lo podemos financiar, pero es clave que se reduzca hacia adelante", dice Tiscornia. "Porque no podemos tomar tanto del mercado. Es muy bueno que nos lo presten, pero es riesgoso a futuro", subraya.