Resuelven problemas sociales o del medio ambiente usando las herramientas del mercado. Las "empresas B" (como se las conoce en la jerga) están comprometidas a generar cambios en la sociedad y comparten los objetivos de muchas ONGs, pero no desdeñan de la generación de lucro para solventar su agenda.
Los creadores de dos de estas compañías hablaron en el programa Comunidad de Negocios de LN+ sobre sus proyectos. Aunque pertenecen a rubros completamente distintos, ambas comparten el deseo de crear un negocio exitoso que sea, a su vez, sustentable y tenga un propósito social.
El francés Olivier Habonneaud es el fundador de Ecovasos, que alquila vasos de polipropileno para eventos y oficinas. La firma, creada en 2013 con una inversión inicial de US$10.000, tiene cinco empleados en total y factura $3 millones.
"Trabajaba en una consultora en el tema de la huella ambiental, mientras asesoraba un evento me di cuenta que usaban 15.000 vasos descartables para 3000 personas, no tenía sentido -aseguró-. Nosotros defendemos que se reutilicen, le damos un valor a algo que antes era un residuo".
Jorge Nardea creó MVA Trading, un callcenter que terceriza procesos de ventas, cobranzas y fidelización de clientes. A la fecha, registra 70 empleados y facturó $38 millones en 2017. "En nuestro caso, el impacto lo logramos al contratar gente con barreras en el empleo, como personas con capacidades distintas o grupos que enfrenta problemas para acceder a un puesto de trabajo, como las mujeres mayores de 45 años", sostuvo.
"Además de tener un propósito económico, también tenemos propósitos sociales y medioambientales, sin perder el apetito por el dinero, que es lo que permite hacer lo otro", concluyó.