En lo financiero el G-20 ya paga: bajó el dólar, rebotaron los bonos y cayó el riesgo país
Al menos en lo financiero, la Argentina ya comenzó a cosechar lo sembrado en el G-20. El país sorprendió con una prolija y esmerada organización, que generó las condiciones para posibilitar reuniones y cruces entre los principales líderes mundiales y tuvo como colofón principal la declaración formal de una tregua en la escalada de guerra comercial que venían ensayando las dos economías más grandes del globo.
Así lo sugieren el repunte mayor al 3% que registró el peso contra el dólar, en una jornada en la que la tasa de interés local de referencia volvió a bajar y quedó a solo 28 puntos de perforar el "piso" del 60% que le fijara prudencialmente el Banco Central (BCRA) como señal de desaliento a la dolarización y los avances del 2% promedio que mostraron los bonos de la deuda argentina, que hasta el viernes no encontraban compradores, y la consecuente rebaja que evidenció la tasa de riesgo país. A esto se agrega un sólido rebote de las acciones argentinas que se operan en Wall Street.
Aunque el recorrido de los activos argentinos se verificó en línea con el resto de los emergentes, en una jornada en la que se hizo notar en todo el mundo una menor aversión al riesgo tras la paz -al menos temporal- sellada entre Estados Unidos y China, en el mercado aseguran que notaron un diferencial a favor del riesgo local, que relacionaron con la sorpresa que generó el desarrollo del encuentro en Buenos Aires y sus resultados.
"El cambio en el clima financiero global se había comenzado a notar a fin de la semana pasada, luego que la Reserva Federal modificara su discurso y dijera que la tasa en EE.UU. ya se encuentra cerca de lo que consideran un rango neutral. Esto quiere decir que, ya sea por presión de Donald Trump o porque realmente así lo consideran, habrá menos subas de tasas que las esperadas. Pero la tendencia se confirmó por la sorpresa que generó la tregua sellada en la cumbre de Trump y Xi Jinping, ya que no se esperaba. Sin duda esto cambió el humor general al modificar expectativas, algo que la Argentina pudo capitalizar por la dureza monetaria que volvió a mostrar el BCRA y la recuperación en la imagen del Gobierno", evaluó el economista Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa (IB).
En este sentido, vale considerar que el mercado, hasta hace un mes, evaluaba que había 63% de posibilidades de que en 2019 la tasa en EE.UU. subiera tres o más veces. Pero ahora solo un 36% espera que eso suceda.
"Hay un cambio de humor inversor a nivel global que tiene que ver con eso y que indudablemente se reforzó con el ‘alto el fuego’ entre Estados Unidos y China pactado en Buenos Aires. La diferencia es que la Argentina se pudo subir a él porque la lectura del G-20 fue globalmente muy positiva", valoró Leonardo Chialva, de Delphos Investment.
¿Renace el súperpeso?
El dato central de la jornada fue la caída de $1,22 (de $37,73 a 36,50) que registró la cotización del dólar en la plaza mayorista que, de esta manera, muestra un retroceso del 6,7% en apenas seis ruedas y vuelve a coquetear con el piso de la banda móvil de flotación que, para el día, estaba ubicado en $36,16. Esto reubicó el valor promedio del billete para el público a $ 37,61, según el relevamiento del BCRA, es decir, a $2,36 del cierre de $39,97 que había promediado el lunes anterior.
"La oferta de divisas estuvo muy activa por desarme de posiciones e ingresos desde el exterior. Esto provocó la cuarta caída consecutiva del dólar en el segmento mayorista y la mayor desde que se reinició esta corrección bajista, en una rueda en la que se negociaron US$709,5 millones", describió el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios. "Se notó un buen ingreso de dólares por la mejora del clima global tras el G20 en Buenos Aires", coincidió Fernando Izzo, de ABC Cambios.
El retroceso del tipo de cambio llegó en una jornada en la que la tasa de referencia interna, ese anabólico que apunta a generar mayor atractivo a las colocaciones en pesos, marcó un nuevo mínimo desde la puesta en marcha del nuevo programa monetario, al caer de 60,75 a 60,28% nominal anual, pese a que el BCRA intensificó su tarea de absorción al retirar otros $23.300 millones de circulación mediante la emisión de Letras de Liquidez (Leliq) a siete días. Esto la dejó cerca de perforar también el "piso" del 60% que precautoriamente le había fijado el BCRA para dar al mercado una señal de dureza monetaria y que podría quedar removido desde mañana, si se confirma una baja significativa en las expectativas de inflación.
A este combo se agregó un rebote de hasta 2,7% en los bonos argentinos, que acumulaban varias semanas sin encontrar compradores, e hizo caer de 706 a 690 puntos la tasa de riesgo país. Además, hubo mejoras de hasta 7% en los precios de las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street. "No hay duda que el envión externo por lo que sucedió en el G-20 reavivó la demanda por activos domésticos", juzgó el analista Gustavo Ber.
Para Martín Saud, de Balanz Capital, "fue un día positivo en todos los aspectos para los mercados, con la tasa en EE.UU. por debajo del 3% después de mucho y tiempo, lo que ayuda a que se vuelquen capitales a los mercados emergentes y a Argentina tras las promesas y acuerdos de inversiones pactados en el G20".