Escasez de gasoil. Los sectores productivos insisten en que el faltante presiona sobre los costos

CÓRDOBA.- Este lunes siguen las largas filas para cargar combustible en la mayor parte del interior del país, donde la escasez comenzó hace unas cinco semanas. En todas las zonas hay cupos y faltantes y la situación cambia en función de si llegan camiones de abastecimiento. Allí, el problema se acota por unas horas.

La centro-norte es la región más golpeada, aunque también en la Patagonia hay inconvenientes. Los sectores productivos insisten en que vienen sumando costos y pérdida de tiempo.

En el caso del transporte de carga, los tiempos de entrega “se estiran”. Como los precios del gasoil a granel son más caros que en las estaciones de servicio, se había “pasado” a comprar por menor. Ahora, desde el sector admiten que “pagan el precio de lo que hay”. Las fuentes también señalan que las “promociones” que solían tener algunos bancos o tarjetas no corren más en la coyuntura.

La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) le planteó a la secretaria de Energía, Flavia Royón, la situación “de escasez y en algunos puntos del país, de desabastecimiento en la provisión de gasoil”.

En una nota presentada el jueves pasado, a la que accedió LA NACION, le recuerdan que ya después de la devaluación posterior a las PASO le comunicaron que “el gasoil no se encontraba disponible en la cantidad necesaria”, lo que obligaba a los transportistas a “esperar o buscar sitios alternativos de carga, generándose así verdaderos costos ocultos que dificultan la normal prestación del servicio”.

“Ahora, nuevamente el cuadro se sigue agravando hasta límites complejos. ¿Hasta cuándo podemos seguir? ¿Cuál es el resultado de afectar a la actividad que siempre respondió con creces en las situaciones límites? Nos encontramos a merced de un comportamiento que nos deja encorsetados por el abuso de posición dominante que se ejerce desde el abastecimiento de combustible. Hoy hay graves faltantes, hay viajes interrumpidos, existe mercadería que se malogra, existen familias argentinas que sufren la ausencia de alguno de sus integrantes que deben pasar largos períodos en la ruta y fuera de su casa”, describen. En ese marco, reclamaron “soluciones urgentes”.

“Estamos pidiendo a la persona que no tenga necesidad de cargar, que deje lugar al que necesita trabajar o producir -dice a LA NACION Pedro Llorvandi, presidente de la Cámara de Expendedores de Subproductos de Petróleo de Santiago del Estero y secretario de la confederación nacional-. No hay desabastecimiento, hay un mal abastecimiento que se irá solucionando con los días”.

Salvo esta declaración, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), prefiere esperar unos días para ver si la llegada de buques con combustibles empieza a normalizar la situación. Claro que esa no es la solución de fondo de la cuestión que pasa por la distorsión de los precios.

En La Rioja, por ejemplo, la administración provincial acordó un sistema de cupos hasta mañana martes próximo con las estaciones de servicio. El jefe de Gabinete, Juan Luna, se reunió con estacioneros y consensuaron la suspensión de la utilización de vales de reparticiones estatales para la carga de combustible, con la sola excepción de que la provisión se haga a ambulancias, patrulleros de la Policía y autobombas.

Para motos, se acordó un tope de $2000 diarios y de $6.000 para autos; se suspendió la venta en bidones. En Catamarca y Santiago del Estero también hay filas en las estaciones de servicio.

En Salta, Joaquín Elizalde, presidente de la Sociedad Rural, señala que en las estaciones de servicio de ciudades “prácticamente no se consigue y en la que tiene algo, hay largas filas”. Explica que el campo todavía logra cargar “a granel” pero a un precio “más alto que distorsiona costos”. La perspectiva, sin una solución a cortísimo plazo, empiecen a haber problemas de abastecimiento de productos en algunas ciudades y en el traslado de hacienda”, sintetiza.

Blas Gallardo, intendente de La Quiaca (Jujuy), explica que están “con problemas” aunque hubo un “alivio” porque entre el sábado y el domingo llegaron dos camiones. En la ciudad limítrofe con Bolivia solo hay estación de la petrolera de bandera. Referentes de sectores productivos de otras zonas jujeñas coincidieron en que vienen “renegando hace más de un mes; todos los plazos y los precios alterados”.

En Córdoba, desde el viernes por la tarde hay filas en estaciones de servicio; hay algunas con mangueras cruzadas y otras que establecieron topes de carga. “El interior una vez más se ve afectado por la falta de combustible. Es inconcebible que el ministro @SergioMassa no lo haya resuelto y al llegar a Capital Federal solo tomó una decisión que es un parche”, posteó el ministro de Agricultura de la provincia, Sergio Busso en su cuenta personal de X. En Rosario y en Santa Fe se repiten las esperas y en algunos casos, también los cupos.

Faruk Jalaf, titular de la Cámara de Estaciones de Servicios y Afines del Nordeste, indicó que en la región “igual que en todo el país, hay faltante”, lo que se “agrava en los cruces fronterizos”, como Misiones.