Fernando Marengo: “El termómetro es la brecha cambiaria; la tasa esperada dólares debe ser positiva”
El economista analizó que el gran desafío del programa económico está en la gobernabilidad y la sostenibilidad social en los sectores medios. Espera una inflación “más cercana al 20% que al 30%” en los próximos meses
CÓRDOBA.- El economista Fernando Marengo entiende que las medidas anunciadas por el gobierno de Javier Milei son el primer estadío de un plan económico. “Primero hay que estabilizar al paciente, después veremos cómo sacarlo de terapia intensiva, de rehabilitarlo”, dice. Comparte que las “anclas” sean la fiscal y la cambiaria.
A su criterio, el “termómetro” a seguir es la brecha cambiaria, a la vez que es clave que la tasa esperada en dólares sea “positiva”. Como el “gran desafío” del programa remarcó el social, focalizado en la clase media, puesto que para los más pobres habría más contención.
“La Argentina se quedó sin financiamiento, no hay alternativa más que políticas que hacer un shock”, definió y planteó que a partir del segundo semestre la Argentina empezará a recibir las divisas provenientes de una mejor cosecha y del sector energético, ya que ambos tendrán mejores performances que en este 2023.
El economista, jefe de BlackTORO Global Investments disertó en Córdoba invitado por S&C Inversiones, planteó que el “termómetro” a seguir es la brecha cambiaria porque para comprar dólares se requieren pesos y el ajuste puesto en marcha apunta a “secar la plaza”. Entiende que, cuando haya ingresos de divisas importantes, “se puede intentar la unificación del tipo de cambio”.
Describió que como parte de los excedentes de pesos es por la emisión y el Gobierno aseguró que lo dejará de hacer, esa es una solución. Pero, además, indicó que intenta aumentar la demanda de instrumentos en pesos. “Es clave que la tasa esperada en dólares sea positiva; hoy ronda el 7% frente a un crawling peg del 2%. Tiene que ser así para que se despierte la codicia y se disipe el miedo”, sostuvo.
Marengo planteó que la Argentina sigue “barata” en términos de dólares; el tipo de cambio está a niveles de 2005/06. Por supuesto que se apreciará por la inflación porque el dólar se usa como unidad de cuenta pero “pensar que por eso hay que hacer otro ajuste en cinco o seis meses es un error. Si la competitividad se gana devaluando, la Argentina debería ser campeona del mundo. Si el Banco Central sigue con el crawling bajo es porque el objetivo es bajar la inflación.
“Hay que buscar competitividad por apertura, reducción costos logísticos, laborales, por reformas”, añadió.
A criterio de Marengo, el mercado está realizando proyecciones “catastróficas” de los niveles de inflación, pero estima que la caída de la actividad económica hará que “no sea tan elevada” a lo que se sumará que el costo de reposición también caerá por la reducción de la brecha. Estima una inflación de “arriba del 20% mensual, pero más cercana del 20% que del 30%”.
Como el ajuste es de shock, será “corto”. La expectativa es que en el segundo trimestre del 2024 habrá una reducción de las tasas de inflación y un alza de la actividad, siempre bajo el supuesto de que el Gobierno mantiene el programa y logra el acompañamiento social.
Para el economista, los desafíos del programa pasan por la gobernabilidad y la sostenibilidad social. Repasó que el presidente Javier Milei no tiene ningún gobernador y está lejos del quórum propio en el Congreso, pero confía en que como Juntos por el Cambio “implosionó” y el kirchnerismo también tiene internas, puede lograr apoyos puntuales.
Sobre el aspecto social -partiendo de que habrá “contención” para los más pobres- focalizó su preocupación en los sectores medios y altos que, “sin dudas, van a pagar el ajuste”. Enfatizó que “no habrá una política fiscal para defenderlo, por lo que hay que pensar en esquemas de soporte entre privados; empresas que encuentren la forma de acompañar a sus trabajadores”.