Fuerte rechazo a una quita de la deuda
Representantes de bonistas italianos y alemanes exigen a la Argentina que se les devuelva la totalidad de sus acreencias
lanacionarROMA.- Hay que devolver todo, y en su valor original, es decir, no en pesos. Cualquier propuesta unilateral del gobierno argentino que implique algo distinto será considerada inaceptable. Así de implacable y combativo fue el mensaje enviado ayer a Buenos Aires por el recién nacido International Group of Rome (IGOR) -que une a los representantes de los pequeños ahorristas italianos golpeados por el default argentino y a sus compañeros de desventura alemanes, austríacos, suizos y holandeses- y que ayer se presentó en sociedad.
El IGOR está formado por la Task Force Argentina (TFA) -asociación que protege a los inversores italianos que compraron títulos argentinos, reúne a 500 bancos italianos y está presidida por Nicola Stock- y la Argentine Bond Restructuring Agency (ABRA), agencia creada por el banco alemán HypoVereinsbank y Dsw con el mismo fin, encabezada por Ronald Siebel y el ex ministro de Finanzas y Relaciones Exteriores mexicano Angel Gurría.
Amén de un mayor peso a la hora de las negociaciones con el país, los objetivos del IGOR son claros: "la recuperación integral del capital, y garantías de tratamiento igualitario para todos los acreedores", dijo Nicola Stock. El directivo además explicó que el grupo, que reúne a medio millón de acreedores europeos que invirtieron en bonos argentinos por 15.000 millones de euros, espera que adhieran también los ahorristas japoneses.
"Las relaciones entre Italia y la Argentina son óptimas, y creemos que una ciudad como Roma sería adecuada para que se lleven a cabo las tratativas", comentó Stock, al explicar el nombre del flamante grupo. "Esta asociación no es un monstruo que va a estrangular a la Argentina", bromeó, jugando con la sigla, IGOR. "Queremos colaborar con ese país para una solución equitativa. Pero no vamos a aceptar que los planes sean impuestos desde arriba", advirtió.
El IGOR espera que después de la reunión anual del FMI, que se llevará a cabo en Dubai, en los Emiratos Arabes, del 23 al 25 de este mes, comiencen las negociaciones de reestructuración de la deuda con el gobierno argentino, que se demoraron a raíz de la falta de un acuerdo con el Fondo. "No quiero ver ninguna propuesta en Dubai, porque no hubo consultas hasta ahora y espero que negociemos juntos después", afirmó Stock, que pronosticó que podría llegarse a una propuesta en enero o febrero del año próximo.
Jubilados
Al subrayar que el IGOR cuenta con el respaldo del Poder Ejecutivo italiano, el titular de la TFA hizo hincapié en "el aspecto social y político" de la cuestión, ya que los más de 400.000 ahorristas de la península son, en muchos casos, jubilados que perdieron todo.
"Una cosa debe ser clara: sólo aceptaremos una propuesta equitativa para nuestros inversores preservando el valor nominal de sus títulos y minimizando sus pérdidas", dijo el alemán Siebel. "Esto podría significar una extensión de los vencimientos y una reducción de las tasas de interés", concedió. "Pero no queremos aceptar una propuesta que les reserve a otros acreedores un trato mejor", agregó, al explicar que hay tres grupos significativos de inversores: los europeos y japoneses; los grandes inversores institucionales y los inversores locales argentinos. El IGOR teme que la Argentina reciba presiones de parte de los inversores institucionales (fondos, AFJP), en detrimento de los inversores pequeños.
"Nos damos cuenta de que será una apuesta para el país imponer parte de la carga de la reestructuración sobre el propio mercado doméstico, pero estamos convencidos de que no es justo imponer todo el peso sobre los inversores internacionales", añadió Siebel, que criticó también la idea de relacionar eventuales nuevos títulos con la marcha del PBI argentino.
Su socio Gurría recordó su "exitosa" experiencia al reestructurar la deuda externa de su país luego del tequila, y puntualizó que el caso argentino "es distinto, único, porque hoy la Argentina no paga nada, está en default y es más difícil". Acto seguido, reconoció que "sin crecimiento no hay posibilidad de renegociación exitosa", y que "necesitamos llegar a una solución razonable y sostenible con el gobierno argentino, que merezca el apoyo de instituciones como el FMI, el Banco Mundial y el BID".
Al referirse a la sospecha de que los inversores institucionales podrían acordar mejores términos de renegociación, Gurría aplaudió que también el Gobierno esté utilizando la expresión "equal treatment" (tratamiento equitativo). "Es muy importante", sostuvo.
En cuanto a la versión según la cual país sólo se pagaría un 20% de la deuda, el italiano Stock dijo que la información había sido desmentida. "Hablé con Nielsen, que me dijo que no era cierto", dijo, aunque admitió "que puede ser un globo de ensayo".
Al respecto, Gurría apuntó que "es prematuro hablar de una cifra así, cuando aún se desconoce cuál será el superávit primario del país".
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