Golpe a los pobres: la canasta básica volvió a subir más que la inflación

La canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT), que determinan el límite por debajo del cual se cae en la indigencia o en la pobreza, respectivamente, aumentaron en abril por encima de la inflación, algo que sigue sumando pobres e indigentes en el país. La primera tuvo un alza de 6,7% respecto de marzo, mientras que la segunda, de 6,2%.

Asimismo, según publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que informó también la evolución mensual mencionada, la variación interanual de la CBA (con respecto a abril de 2021) fue de 59,4%, mientras que la de la CBT fue de 51,3%. La primera de ellas asciende ahora a $13.763, en tanto que la segunda alcanza los $30.829.

Esta evolución implica que, para no ser pobre, una familia tipo en la Argentina (compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años) necesitó tener ingresos por $95.260. Por su parte, para no caer en la indigencia, una familia de igual composición necesitó contar con $42.527.

Ambas canastas se habían desacelerado hacia finales de 2021, lo que permitió bajar un poco los niveles de pobreza e indigencia. Pese a que siguió siendo más alta que en 2019, al final del gobierno de Mauricio Macri, la pobreza se redujo el año pasado a 37,7%, más de o que se esperaba. También la indigencia cayó en ese período, al pasar en seis meses de 10,7% a 8,2%.

Pero el rebrote inflacionario en 2022 ha empezado a provocar exactamente lo contrario, puesto que el alza de las canastas trae de la mano el incremento de la pobreza y la indigencia. Si se observa lo que ocurrió en lo que va de 2022 con ambas canastas, se puede ver que la CBT aumentó 25,1%, contra 14,5% en el segundo semestre del año pasado. En tanto, la CBA acumuló en los primeros cuatro meses de este año un alza de 29%, mientras que en los últimos seis de 2021 se había incrementado 16%.

Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) señaló que en este escenario los valores de pobreza que se tenían en el segundo semestre del año pasado van quedando viejos. “Eso es así porque los factores que hacían bajar la pobreza, que fueron los aumentos en salarios del sector público, incrementos de los sueldos en el sector privado formal y actualización de jubilaciones y pensiones ya no están”, explicó.

Según Salvia, en el primer trimestre de este año la situación es más recesiva, con una actividad que se viene desacelerando. “Si bien hay obra pública, con generación de empleo en la construcción y en algunos servicios vinculados al consumo, la dinámica inflacionaria pasa por arriba la capacidad de crear nuevos puestos. Para que no aumente la pobreza se deberían subir los salarios por encima del 60%, pero esto se logra solo en algunos sectores formales. Los informales y los cuentapropistas son los más perjudicados”, concluyó el especialista.

Para Salvia, pese a que el primer trimestre de este año no fue tan malo gracias a ciertas variables (medio aguinaldo de diciembre que se computa en enero y cierto empuje de la construcción en febrero y marzo) el próximo dato de pobreza, referido al primer semestre de 2022, va a ser malo. “Va a tender a aumentar la pobreza, lo que no sabemos es si va a superar el 40%, pero sí que va a estar más cerca del 40% que del 35%. Todo esto incluso con la asistencia del Estado con ingresos complementarios para los más pobres, actualizaciones salariales y un bono a jubilados”, indicó.

Jorge Colina, economista y presidente de Idesa, comentó que es muy probable que la indigencia suba, hasta el 10% de la población, “porque la CBA se incrementó casi 60% en la medición interanual y no hay forma de que los hogares del nivel socioeconómico más bajo puedan haber aumentado sus ingresos en igual medida”. Por el lado de la pobreza, en tanto, si bien el crecimiento interanual de la CBT, que es la que marca su límite, fue menor (51,3%), igual el especialista estimó que se ubicará poco por debajo del 40%.