Huawei, en la mira: los peligros de una crisis con potencial mundial
La amenaza de una prohibición contra el gigante chino que pueden aplicar los gobiernos occidentales también es una preocupación para sus competidores
The EconomistEn los tiempos del capitalismo preinternet los problemas de una compañía dominante en un sector tendían a ser buenas noticias para sus rivales. En el mundo hiperconectado de hoy la amenaza de una prohibición de gobiernos occidentales contra Huawei, un líder chino del mercado de equipo de telecomunicaciones, también es una preocupación para sus competidores. Tanto Ericsson, una compañía sueca, como Nokia, una finlandesa, preferirían que se terminara la saga geopolítica, para poder concentrarse más en competir por contratos relacionados con el lanzamiento de redes de telefonía móvil de "quinta generación" (5G) superrápidas.
El gobierno estadounidense no está aminorando su campaña para persuadir a sus aliados de que dejen a Huawei fuera del negocio del 5G. Le preocupa que los equipos de Huawei puedan tener "puertas traseras", fallas de seguridad deliberadas insertadas de modo de permitir a agente chinos espiar o atacar redes de telefonía. Este mes en una carta al ministro de Economía alemán, el enviado de Estados Unidos a Berlín, Richard Grenell, amenazó con reducir la cooperación de su país con entes de seguridad alemanes si el país permite a Huawei u otras firmas chinas participar en el despliegue del 5G. Mike Pompeo, el secretario de Estado estadounidense, sugirió en Hungría recientemente que hacer negocios con Huawei podría afectar las decisiones respecto de dónde estaciona tropas EE.UU.
Hasta ahora Gran Bretaña y Alemania, entre otros, no han cedido a las demandas de los Estados Unidos. La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que no cree en excluir a una compañía del mercado alemán "simplemente porque es de cierto país", aunque está pendiente una decisión final. Aunque Estados Unidos prevaleciera en Europa, como lo ha hecho en Australia y Japón, es improbable que Ericsson y Nokia recuperen demasiado de la participación en el mercado que han perdido en los últimos años. Entre 2015 y 2018 la participación de Huawei subió de 24% a 28%; la de Nokia cayó del 20% al 17% y la de Ericsson, del 15% al 13%. Una escalada de la guerra contra Huawei podría llevar a Pekín a responder expulsando a firmas occidentales de China.
Eso sería un golpe para el dúo nórdico. China aportó 10% de las ventas globales de Ericsson de US$24.200 millones el año pasado. La compañía tiene dos establecimientos de investigación y desarrollo en China. Nokia deriva un porcentaje similar de sus ingresos de China continental, Hong Kong y Taiwán. Las mayores ventas en Europa en caso de que se prohibiera a Huawei no compensarían las pérdidas en China, sostiene Pierre Ferragu, de New Street Research.
Más importante, se preocupa Börje Ekholm, CEO de Ericsson, una prohibición a Huawei retrasaría el lanzamiento del 5G en Europa. El continente ya está retrasado tres o cuatro años respecto de Estados Unidos en 4G, la actual generación de tecnología inalámbrica, dice. La incertidumbre sobre la regulación, los precios y, principalmente, cómo manejarse con Huawei probablemente retrase a Europa aún más. Los operadores europeos están presionando duro por mantener la opción entre tres proveedores; muchos prefieren los productos de Huawei, que a menudo son más baratos (y algunos dicen mejores).
El espectro de una prohibición de Huawei está afectando negativamente la subasta del espectro móvil de 5G que se inició el 18 de marzo en Mainz (Alemania). Se prevé que la subasta, en la que participan cuatro operadores grandes, durará varias semanas. Los cuatro licitantes ya hacen uso extensivo de equipo de Huawei, tal como antenas o routers. Actualizar a 5G requerirá mucho gasto en equipo nuevo. Huawei quiere ser uno de sus principales proveedores (aunque primero puede tener que adecuarse a requerimientos de seguridad más exigentes). En noviembre, la compañía china inauguró un laboratorio en Bonn, donde se encuentra el ente regulador de ciberseguridad alemán, para poder testear allí sus equipos.
Aunque es posible prohibir a Huawei completamente en Europa, su principal mercado fuera de China, gente del sector alerta que sería inmensamente complejo y costoso. Sería especialmente impactante en países en los que Huawei tiene una fuerte participación como Italia, Polonia y Gran Bretaña, dice Stéphane Téral, de la consultora IHS Markit. Con solo un poco de exageración Bengt Nordstorm, de la firma de consultoría Northstream, asemeja el shock resultante al colapso del banco Lehman Brothers en 2008. La mayoría de los aproximadamente 200 operadores europeos de redes móviles usan equipo 4G de Huawei.
Cuando se le pregunta si los comentarios sobre una prohibición de Huawei tienen algún efecto sobre los pedidos para Ericsson, Ekholm responde que la "respuesta cándida es que no". El 18 de marzo TDC, la mayor firma de telecomunicaciones de Dinamarca, confirmó que va a reemplazar a Huawei, su actual fabricante de equipo, con Ericsson para construir su red 5G. Pero ese acuerdo se hizo antes de que se difundieran las preocupaciones por Huawei. Hasta ahora toda la controversia ha sido un dolor de cabeza para Ekholm y su contraparte en Nokia, no algo positivo.
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