Las petroleras privadas, listas para una prueba de fuego tras la caída del crudo
LONDRES—Las mayores petroleras del mundo que cotizan en bolsa divulgarán en los próximos días sus resultados del cuarto trimestre de 2014, lo que permitirá desvelar el impacto que ha tenido el derrumbe del crudo sobre sus finanzas.
En el caso de la británica BP PLC, la caída de los precios del petróleo es apenas una de sus penurias. Un juicio federal que está en marcha en Nueva Orleans podría resultar en multas de hasta US$13.700 millones por el derrame de la plataforma Deepwater Horizon en 2010 en el Golfo de México. Además, BP posee casi 20% de la estatal rusa OAO Rosneft, que se ha visto afectada por las sanciones de Occidente que prohíben la exportación de ciertas tecnologías petroleras a Rusia así como por la devaluación del rublo y la caída del crudo.
BP, que ha vendido más de US$40.000 millones en activos para pagar por la limpieza y los gastos legales del derrame, también intenta controlar sus costos, que son más altos que los de algunos competidores.
La anglo-holandesa Royal Dutch Shell PLC será la primera de las cuatro mayores petroleras privadas del mundo en anunciar sus resultados. Si bien los analistas anticipan un impacto de los menores precios del petróleo, prevén que los resultados de Shell serán buenos comparados con los de igual lapso del año previo. En enero de 2014, antes de presentar su informe, la empresa había emitido su primera advertencia de menores ganancias en una década conforme altos costos y bajos márgenes de refinación, entre otros factores, redujeron sus utilidades.
La estadounidense Chevron Corp. divulgará sus resultados trimestrales el viernes, mientras que Exxon Mobil Corp., la mayor petrolera del mundo por capitalización bursátil, lo hará el lunes y BP el martes.
Pocos analistas prevén un apocalipsis financiero en BP o sus grandes rivales. Las grandes petroleras integradas pueden amortiguar la pronunciada caída de los precios gracias a sus negocios de refinación y otro tipo de procesamiento, que suelen beneficiarse del abaratamiento de la materia prima. Las empresas cuentan con mucho efectivo y se han endeudado relativamente poco después de años de altos precios del crudo. Además, incluso a las cotizaciones actuales, muchos de los yacimientos que han desarrollado siguen siendo rentables.
De todas formas, BP es la más vulnerable de las superpetroleras, indican inversionistas y analistas. La compañía podría recibir multas mucho mayores a los US$3.500 millones que ha provisionado para cubrir los costos del derrame, lo que la obligaría a utilizar más de su efectivo. BP obtuvo en julio casi US$700 millones en dividendos durante su primer año completo como accionista de Rosneft. Los analistas proyectan que esos pagos ahora serán mucho menores.
"BP tiene una sólida base de recursos a largo plazo", afirma Jason Kenney, analista de Santander. "Pero tiene algunas presiones bastante importantes sobre efectivo y ganancias a corto plazo en relación a su grupo de pares". Aparte de Rusia y las posibles multas de Estados Unidos, BP tiene una base de costos más alta que sus competidores, agrega.
Kenney calcula que el costo técnico por barril —que incluye gastos de producción y exploración así como depreciación— es de US$32,93 para BP, frente a US$30,69 de Shell, US$30,13 de Chevron y US$23,20 de Exxon. Eso se debe en parte a que las desinversiones de BP fueron más rápidas que sus recortes de gastos.
BP informó en diciembre que, si bien su producción al final de 2013 fue cerca de 25% menor que antes del derrame en el Golfo de México, su nómina era ligeramente más grande. Ahora, está reduciendo esos costos. Hace poco anunció despidos en Escocia y esta semana señaló que congelará los salarios en toda la empresa.
El reciente aumento de los costos también es resultado de una serie de inversiones que BP ha realizado en grandes proyectos. Siete de ellos empezaron a producir el año pasado, poco antes del descenso de los precios. Sus márgenes de ganancia se ven mucho menos atractivos que cuando fueron planeados.
Los ejecutivos de BP, entre ellos el director operativo de proyectos de exploración y producción Neil Shaw, han señalado a Angola y el Mar del Norte como "áreas de altos márgenes". Su proyecto angoleño Clov, que hace poco entró en operación, necesita precios de alrededor de US$60 por barril —aproximadamente 20% más altos que en la actualidad— durante su vida útil para no generar pérdidas, según estimaciones de analistas de Citigroup.
El proyecto de BP en el Mar del Norte que empezó a producir hace poco, llamado Kinnoull, tiene un precio de equilibrio de cerca de US$70 el barril, de acuerdo con Citi. Un vocero de BP dice que tales iniciativas se planifican teniendo en cuenta su producción durante décadas y no se aprueban en función de las fluctuaciones de precios de un año.
BP, uno de los principales activos de los fondos de pensiones del Reino Unido, también debe mantener su dividendo. La empresa ha indicado en los últimos meses que pretende mantener dividendos "progresivos". Eso es importante, dice Ivor Pether, gestor de fondos de Royal London Asset Management, que posee acciones de BP. "En cierto sentido, eso es lo principal que hacen" en lo que respecta a los inversionistas, afirma.
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