Lavagna condiciona la nueva negociación con el Fondo
El ministro dijo que primero espera la aprobación de las metas del primer trimestre del año
Como un boxeador que elude un golpe de su rival y luego contraataca, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, advirtió ayer que hasta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no apruebe la segunda revisión del miniacuerdo firmado en enero no comenzará a negociar el nuevo programa de refinanciación de la deuda soberana argentina.
En una conferencia de prensa convocada para dar a conocer su nuevo equipo de colaboradores (ver página 2), el ministro se sintió algo molesto cuando fue consultado sobre el waiver (perdón) que el Gobierno debe pedirle al Fondo por la nueva prórroga a las ejecuciones hipotecarias votada por el Congreso. "Este no es un partido que se transmite minuto a minuto", sostuvo el titular del Palacio de Hacienda en el Salón de Cuadros.
Sin embargo, un minuto después, Lavagna advirtió que el Gobierno no realizará ningún movimiento adicional con el Fondo hasta que el directorio que conduce Horst Kšhler no apruebe formalmente las metas del período enero-marzo. En septiembre, el país debería pagarle US$ 3391 millones al organismo.
Aunque el Ministerio de Economía daba por descontada esta bendición hace dos semanas, el vocero del Fondo, Thomas Dawson, indicó el jueves último que "no hay fecha" para su tratamiento en el board, ya que la entidad multilateral quiere ver qué pasos da el Gobierno en relación con la suspensión de las ejecuciones hipotecarias. El ministro informó entonces que el Gobierno pediría un "perdón" y luego se llamó a silencio.
Tema marginal
Pero ayer dejó traslucir su molestia, al expresar que la postergación del proceso de ejecuciones "es un tema marginal" que "en el peor de los casos" incluye a 16.000 casos y "en el mejor a 11.000", equivalentes a "un uno por ciento" del universo de deudores. Más aún, según el ministro, "frente a un incumplimiento muy menor, hay logros en materia de política económica infinitamente más grandes que, entendemos con toda lógica, el Fondo tendría que comprender". Al respecto, mencionó tres cambios que el Fondo temía que se concretaran y que "luego elogió":
- La reunificación de las cuasi monedas. "Se inició el rescate de $ 8000 millones", dijo el ministro sobre la eliminación gradual de los bonos provinciales.
- La liberación del sistema financiero, referida a los fondos atrapados en el corralito y el corralón.
- La apertura cambiaria, en relación con la posibilidad de girar una mayor cantidad de divisas al exterior, la eliminación de la obligación de liquidar divisas ante el BCRA y del dólar pizarra por cuenta y orden de la entidad monetaria oficial, entre otras medidas.
-¿Cuándo comenzará la negociación del nuevo programa con el FMI?, preguntó LA NACION.
-Primero hay que discutir la segunda revisión, replicó, tajante, el ministro.
Con el mismo tono, el ministro negó que la decisión de crear un ente para la reestructuración del sistema financiero afecte la autonomía del Banco Central, tal como trascendió ayer. "La ley de emergencia económica dice muy claramente que la reforma del sistema financiero corresponde al Ministerio de Economía", afirmó Lavagna.
No a la privatización
Sobre este tema, el funcionario agregó que los bancos que sean autorizados a devolver los redescuentos del BCRA en 120 cuotas (en lugar de las 70 estipuladas originalmente en una medida del Ministerio de Economía) "tendrán que hacer reformas de sus estructuras".
Sin embargo, y respecto de los bancos públicos (el Nación y el Provincia de Buenos Aires están entre los beneficiarios de la medida), Lavagna pidió que "se descarte la privatización" de esas entidades, y agregó que "por ahora no habrá apertura" al capital privado de una parte del paquete accionario de los bancos públicos.
Autocrítica en Washington
- El japonés Shinji Takagi, representante de la Oficina de Evaluación Independiente del FMI, llegará el lunes al país para evaluar la actuación del organismo en la crisis argentina, anunció ayer el Foro local que está analizando el papel del Fondo en la política económica argentina de los últimos años. Dentro del organismo también se analiza el papel de la globalización en la economía de los países emergentes. "Aun cuando la globalización puede, en teoría, ayudar a promover el crecimiento económico a través de varios canales, todavía no hay pruebas robustas de que esa relación sea importante", dijo un informe del FMI.