Los proyectos de ley que buscan establecer reglas básicas para el home office

Diputados y senadores vienen presentando proyectos de ley para regular el teletrabajo o home officedesde 2002, cuando la exdiputada tucumana Olijela Del Valle Rivas buscó reconocer esta modalidad en un capítulo de la ley 20.744, de Contrato de Trabajo (LCT). Pero nunca se lograron avances. Ahora mismo hay dos proyectos en danza en el Congreso de la Nación: uno es del diputado del Frente de Todos (FdT) Darío Martínez y el otro, de la senadora del PRO Gladys González. Se espera, claro, que a partir de los efectos de la "coronacrisis", se sumen otras iniciativas.

"Esta pandemia va a modificar los hábitos de la gente y eso repercutirá en la legislación laboral", opinó Martínez, ante la consulta de LA NACION. El legislador adelantó que en la semana entrante le presentará su propuesta al Poder Ejecutivo, para actualizarla y validarla. El texto toma como base dos resoluciones -llevan los números 1552 y 59- firmadas en 2012 y 2013 por el entonces ministro de Trabajo Carlos Tomada. Allí se define que el teletrabajo implica la realización de actos, la ejecución de obras o la prestación de servicios en los términos de los artículos 21 y 22 de la LCT, en las cuales el objeto del contrato o de la relación de trabajo es realizado total o parcialmente en el domicilio del trabajador o en lugares distintos del/de los establecimiento/s del empleador, mediante la utilización de todo tipo de tecnología de la información y de las comunicaciones (TIC).

En consecuencia, los teletrabajadores gozarían de los mismos derechos que los demás empleados bajo relación de dependencia, a la vez que los convenios colectivos deberían establecer las condiciones en las cuales se realizan las tareas. El teletrabajo sería voluntario para el trabajador y toda conversión hacia esta modalidad debería contar con su conformidad expresada por escrito. En caso de que el empleado aporte su propio equipamiento, el empleador debería compensar la totalidad de los gastos por su uso. Además, se busca asegurar un mínimo de jornada laboral presencial y el resguardo de la intimidad del trabajador y de la privacidad de su domicilio.

La propuesta de la senadora macrista, por su parte, plantea los mismos lineamientos generales que el proyecto de Martínez -lo cual da cuenta de un consenso básico-, en la medida en que define al teletrabajo como una relación laboral enmarcada en la LCT y en cuanto busca garantizar la igualdad de trato en cuestiones como la remuneración, la capacitación, la formación, el acceso a mejores oportunidades de trabajo y otros derechos.

González define el teletrabajo como una modalidad laboral que se adapta al cambio social, cultural y ambiental que sufren nuestras sociedades y al nuevo rol de las mujeres. Uno de los artículos más novedosos del proyecto es el que le otorga al trabajador el derecho a "optar por adquirir la modalidad de teletrabajo durante los 12 primeros meses posteriores al nacimiento o adopción de hijo/a, siempre que la naturaleza de sus actividades se lo permita". En el texto se aclara que los plazos aplicarán también para quien no haya sido la persona de la pareja que gestó al hijo.

"Trabajar desde casa tiene muchos beneficios, pero para poder gozarlos tenemos que legislar, regular y establecer derechos y obligaciones claras para todos", dijo González a LA NACION. Y agregó que con esta modalidad "no solo podemos ganar tiempo para estar con nuestros seres queridos y construir una sociedad más justa entre varones y mujeres, sino que también el teletrabajo permite incluir a personas con discapacidades y movilidad reducida, e incluso contaminar menos, al reducir los viajes de ida y vuelta al trabajo".

Dos semanas atrás, cuando la senadora representó el proyecto en la mesa de entradas del Senado -ahora espera que se debata en las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Sistemas y Medios de Comunicación-, no pensó en que "el teletrabajo sería una manera de cuidarnos".

"Nunca imaginé que el teletrabajo iba a presentarse como una manera tan eficaz de hacer frente a esta pandemia, reduciendo el contacto social y las chances de contagio en un momento en que cuidar del otro es cuidarse a uno mismo", finalizó. Habrá que ver si los legisladores aprovechan esta coyuntura para dar el debate por una legislación para una modalidad que, por estos día, permitirá mantener algunas actividades de la economía a flote.